LO MEJOR DE LA SEMANA

lunes, 23 de junio de 2014

Estudios de historia y toponimia andaluza: MONTORO

Vista general de Montoro. Último tercio del siglo XIX.
Antonio Arjona Castro
Bayyaras = Paiaras = Pajares (Montoro) 
Acaba de publicarse una nueva descripción, anónima, de al-Andalus(1). El método elegido por el autor de esta obra titulada Dikr bilad al-Andalus (Descrpición del país de al-Andalus) nos es conocido gracias a que se han conservado dos de sus fuentes más importantes, ambas geográficas, de las que tomó muchos de sus datos entre ellos los que hoy nos interesan sobre Montoro. Estas son: la obra Tarsi al-Ajbar de Ahmad al-'Udri (m. en 1085) y el Kitab al-Ydrafilyya de al-Zuhri (m. siglo XII). Precisamente el autor de esta nueva descripción de al-Andalus, que probablemente vivió en el siglo XIV, copió de al-'Udri la noticia que hoy comentamos sobre el castillo de Montoro y cuyo contenido es: «En al-Andalus se producen numerosos minerales: cristal de roca (billawr) en la comarca (nahiya) del castillo de Montoro (hisn Muntur) de la jurisdicción ('amal) de Córdoba y también en la comarca de Cabra» (2). Se confirma pues que Montoro pertenecía durante el califato a la cora de Córdoba tal como afirmábamos hace arios al describir por primera vez los límites y poblaciones de la cora cordobesa(3). Después de la caída del califato, y durante las dominaciones almorávide y almohade también estaría sujeta Montoro al poder de Córdoba como después veremos. La misma noticia que nos da el Dikr bilad al-Andalus la encontramos en otro geógrafo precisamente discípulo de Ahmad al- 'Udri. Este autor es 'Ubayd al-Bakri (m. 1094) que aunque nacido en Huelva, vivió mucho tiempo en Córdoba donde pudo consultar archivos y documentos y recibir información de su maestro al-'Udri, para redactar su obra geográfica El Libro de los caminos y los reinos (Kitab al-Masalik wa-l-Mamalik) donde también encontramos la misma noticia de Montoro: «En las cercanías del castillo de Montoro (Hisn Muntur) en la jurisdicción ('amal) de Córdoba hay mineral de cristal de roca (billawr) y en el monte Saj/iran próximo a Cabra» (4). 
Plaza de Santa María de la Mota de Montoro. Fuente: Tomás Coronado
La noticia que recoge pues el autor anónimo del Dikr y al-Bakri procede sin duda de la obra geográfica de Ahmad al-'Udri aunque por desgracia en los fragmentos del Tarsi al-Ajbar que recientemente se han editado no apa-rece dicho párrafo(5). Pero según varios autores, este tipo de noticias que transmite al-'Udri proceden de al-Razi, lo que supone que el castillo de Montoro existía como tal en el siglo X (5 bis). Es probable que cerca de la Epora iberoromana, ya arruinada y despoblada al comienzo de la dominación musulmana, en 'el cerro que actualmente ocupa la ciudad montoreña, se construyera un castillo allá por el siglo IX o comienzos del X, que recibió como nombre el del montículo (Mons Taurus) donde se asentó la nueva fortificación, aunque los alrededores y el vado que servía para cruzar el río continuaron recibiendo el nombre arabizado de la antigua Epora, es decir, Bayyara o Balyaras. A fines del siglo IX el emir 'Abd Allah ordenó reconstruir sobre sus ruinas romano-visigóticas los castillos de Andújar y Arjona para evitar que se instalaran en ellos rebeldes adeptos a la causa de 'Umar ben Hafsun. Ibn Hayyan, que es el que nos da la noticia, dice que en el año 888 el citado emir ordenó se reconstruyesen dichos castillos y se repoblasen con súbditos leales(6). Es probable que el castillo de Montoro fuera construido en estas fechas y permaneciese en los dominios sólidos del emir 'Abd Allah dada su proximidad a Córdoba, por cuya causa no aparece su nombre en las listas de los castillos que se rebelaron contra el poder cordobés en el emirato ni a comienzos del califato. 
Pero ¿cómo armonizar estas noticias e hipótesis con la noticia que al-Himyari da sobre una ciudad llamada Bayyara y que todos los autores coinciden en identificar, aunque con ciertas dudas, con Montoro? 
Torre de Villaverde y Ermita de los Remedios de Montoro. Fuente: Pedro J. Delgado
La noticia que el compilador al-Himyari nos ha transmitido, copiada de otros autores, es la siguiente: «Bayyara, medina de al-Andalus próxima a Porcuna, de la cual le separan diez millas, su puerto sobre el Río Grande está provisto de un muro de albañilería (al-Rasif). La gran calzada que sale de la Puerta de Narbona para llegar a la Puerta de Córdoba pasaba por la puerta de ella. El arco de esta puerta existe todavía sin la menor grieta y su altura sobre el suelo es tal que un jinete podría alcanzar su cúspide con la punta de su lanza. Esta medina fue construida por Recaredo, hijo de Leovigildo, rey de los godos...» (7). Debemos decir que al-Himyari nunca estuvo en al-Andalus sino que fue un compilador del siglo XV que tomó estas noticias de otros geógrafos hispano-árabes, por lo que cuando dice aún todavía existe no sabemos exactamente a qué época se refiere. 
Parece ser, según el profesor Lévi-Provencal, que las fuentes de al-Himyari fueron al-Idrisi y al-Bakri y las noticias preislámicas proceden de al-Razi, quien a su vez las tomó de autores cristianos, probablemente las Etimologías de San Isidoro y la Historia de Paulo Orosio según se ha podido demostrar en las descripciones que al-Razi hace de ciudades como Sevilla, Cádiz y otras ciudades españolas(8). Pero tenemos la duda de que la medina de Bayyara estuviera en el solar que hoy ocupa la villa de Montoro por un episodio bélico del siglo XII que nos relata el cronista de los almohades Ibn Sahib al-Sala(9) en el que se habla de Palyaras (= Payyaras) sin nombrar a Montoro cuando sabemos que el castillo de Montoro existía y estaba poblado en esta época. 
El citado cronista al describir una de las muchas incursiones por al-Andalus del conde Ximeno «el Giboso» al mando de las Milicias de Avila dice así: «Salió de Avila dirigiéndose a la región de Sevilla en el mes indicado (saban= 18 de marzo a 15 de abril de 1173). Llegó con su tropa hasta el Guadalquivir y lo cruzó por el vado que hay entre Palma y el Castillo de al-Yarf (El Hoyo) [...I después lanzó sus ataques por el vado de Ecija, pasando por el sur de Córdoba hacia la campiña después se dirigió hacia el vado de Palyaras cerca de al-Qusayr (=Alcocer - El Carpio) y pasó por él sus ganados y cautivos musulmanes...» (10). 
Detalle de la Parroquia de San Bartolomé de Montoro.
Fuente: Pedro J. Delgado
Es difícil aceptar que este vado estuviera hoy donde se sitúa la actual Montoro, pues sabiendo que este castillo estaba desde 1155 en poder almo-hade al ser reconquistado por el gobernador almohade de Córdoba Abu Zayd 'Abd al-Rahman ben 1S/ft junto con Almodóvar(11) —al poco tiempo de que Alfonso VIII lo conquistara junto con Andújar, Pedroche, Santa Eufemia y Almodóvar del Río (12)— no parece lógico que las Milicias de Avila se dispusieran a traspasar el Guadalquivir por un vado al alcance de la guarnición existente en Montoro. Parece lógico que el vado de Palyaras estuviera en el término de la antigua Payyara o que recibiera su nombre en recuerdo de aquella población ya desaparecida pues no hay duda de que el vado de Palyaras se refiere a la misma medina descrita por al-Himyari en el Rawd al-Mi'tar. Esto es lo que hace Lévi-Proveinal cuando al traducir una carta ofi-cial almohade en que la que se describe esta incursión del conde Ximeno dice «que las milicias una vez que atravesaron la Campiña «ils prirent la direction de Montoro» (13). 
El vado de Palyaras debía estar en el distrito almohade de Alcocer que comprendía la zona oriental del valle del Guadalquivir cordobés y por supuesto a Montoro (14). El citado vado que debía estar próximo a Montoro sirvió de paso a las Milicias de Avila cargadas con un enorme botín continuando su marcha hacia el Campo de Calatrava, concretamente hasta Cara-cuel en el Fahs de Qal'at Rabah. El recorrido partiendo de la zona de Mon-toro pudo hacerse bien subiendo por Adamuz, continuando después hacia Pedroche para continuar hacia Calatrava por el Puerto del Mochuelo. Es el mismo itinerario que hizo Fernando V en 1508 desde Ciudad Real a Córdoba(15). El recorrido también pudieron hacerlo cruzando un vado próximo a Montoro subiendo hacia Fuencaliente para, por el Puerto de Niefla, pasar a Caracuel (16), camino mucho más corto aunque más abrupto y difícil.
El mineral de que hablan los dos geógrafos árabes es el denominado ballawr o billawr, que deriva del latín beryllus con dos significados: 1) beril o berilo, piedra preciosa, esmeralda. 2) cristal de roca. Tenemos noticias de la existencia de estas minas en Montoro y no es de extrañar en una zona de enorme tradición minera desde época ibero-romana(17), explotaciones que todavía continuaban en el siglo XIX (18) y en la actualidad. Las minas de cuarzo se llaman «Cerro del Vidrio» y están situadas en el camino de Monto-ro a Cardeña, en Sierra Morena. 
Vista del pueblo a inicios del siglo veinte. Archivo Emilio Porras. Fototeca Pasión por Montoro
Parece ser que el cristal de roca (billawr) se utilizaba en al-Aldalus para barnizar cerámica y para vidriados(19). No obstante, después de escribir estas líneas creo que puedo aclarar totalmente la localización de Baiyaras, la medina de que habla al-Himyari en su obra Kitab ar-Rawd al-Mi'tar y el cronista almohade Ibn Sahib al-Sala. Según el primero, la ciudad de Bayyara (Bayyara) debía de estar al borde del Gran Río (Guadalquivir) y en el camino, antes calzada romana, de Córdoba a Narbona, esto es la vía de Córdoba a Cástulo por el Guadalquivir, puesto que tenía un puerto de albañilería y por su puerta pasaba la llamada por los árabes almahaS,S/a al- 'uzma. Esta ciudad fue reconstruida en época visigoda y subsistía todavía en los primeros siglos de la dominación musulmana, aunque según Ibn Sahib al-Sala su vado era el utilizado por los musulmanes y cristianos para cruzar el Guadalquivir en la zona de Alcocer. Este vado, por otro lado, debía de estar a cierta distancia del castillo de Montoro —que como antes vimos existía por lo menos desde los siglos IX o X—, pues de lo contrario las milicias cristianas de Avila no lo hubieran utilizado para vadear el río cargados de botín para ser fácilmente acometidas por la guarnición de Montoro. 
Este vado y su nombre castellanizado existían todavía en el siglo XIII, pues lo nombra un documento por el que el obispo don Fernando de Mesa delimita las parroquias de Montoro: «Diemos a la eglesia de Montoro por territorio todo su término así como taia el camino vieio fasta el arroyo Huecar, et damos Paiares» (20). Este Paiares es evidentemente el actual cortijo de Torre Pajares, inmediato al Vado Alto por donde llega el hoy «camino viejo» —antigua calzada romana y camino en época hispano-árabe— que cruza el Guadalquivir a su altura, viniendo desde Adamuz, al norte de Algallarín, para continuar por la actual estación de Montoro hacia Villa del Río, según puede comprobarse en el mapa del Instituto Geográfico y Catastral (21).
Por allí deben buscar los arqueólogos las ruinas de Bayyara (Paiaras = - Pajares) de la que hablan los textos árabes y que bien podría ser la Epora ibero-romana. Esto explica perfectamente que las Milicias de Avila, según Ibn Sahib al-Sala, cronista del siglo XII, escribiera que cruzaron por el vádo de Balyaras (Palyaras, fácil deformación de Paiyaras) para continuar vía Adamuz hacia Calatrava o bien por Fuencaliente, por el puerto de Niefla, llegar a lugar de Caracuel en el Llano (Fahs de Qalát Rabah) donde después serían derrotados por las tropas musulmanas que les perseguían. 
Plaza de Santa María de la Mota de Montoro
En conclusión, que el castillo de Montoro, construido probablemente en los últimos años del emirato o principios del califato en el término de la arrui-nada población de Bayyara (Epora?) fue el heredero del término de aquella ciudad romano-visigótica, siendo construido con los materiales de la arruina-da ciudad que por estar en un sitio llano no estaba en una situación para su fácil defensa, por lo que consecuentemente se buscó un lugar más adecuado que dominara el río y tuviera a su alcance el viejo camino de Córdoba hacia el alto Guadalquivir. Tal lugar se llamaba desde época antigua Mons Taurus o bien Montem Aurum, y de ahí tomó su nombre el Hisn Muntur que caste-llanizad° nos llegó como Montoro. Así se fundó Montoro, fortaleza híbrida entre la campiña y la montaña, bellísimo bastión que vigila el meandro ribe-reño y el viejo camino que cruza al sur la fértil campiña llena de restos arqueológicos romanos, árabes y castellanos. Gracias a este nuevo emplaza-miento podemos admirar hoy su impresionante caserío colgado sobre el río que en las tardes otoñales al recibir los reflejos dorados del viejo Apolo le convierten en una de las más bellas láminas paisajísticas de nuestra provincia.

NOTAS:
(I) MOLINA, Luis, Una descripción anónima de al-Andalus, editado el texto árabe con introducción, es-tudio e índices, Madrid, 1983,2 vols. 
(2) MOLINA, L., op. cit., p. 10 del texto árabe y 21 de la traducción. 
(3) A RGONA CASTRO, Antonio, La cora de Córdoba. Actas del I Congreso de Historia de Andalucía, Córdoba, 1978, . 30. 
(4) «Ubayd al-Bakri, Yugrafiyyat al-Andalus wa-uruba min Kitab al-Masalik wa-l-Manalik», edic. texto árabe por A. A. al-Hayyi, Beirut, 1387/1968, 127 (entre los numerosos errores en la identificación de topónimos que este autor, poco conocedor de la geografía histórica hispana, están la de dar Muntun por Muntur). Hay una traducción castellana de Elíseo Vidal con el título Geografía del Kitab al-Masalik wal-l-Mamalik, Zaragoza, 1982. Este autor desconoce completamente la geografía histórica de al-Andalus por lo que con una traducción correcta en el texto identifica mal muchos de los topónimos de la obra de al-Bakri, por ello, traduce por Menton o Muntun el topónimo Muntur. 
(5) Ahmad al- 'Udrid, Nusus -an al-Andalus min Kitab Tarsi al-Ajbar... ta (Ahmad al- '.Idri). Edic. por A. AI-Ahwani, Madrid, 1965. 
(5 bis) MARTINEZ SANCHEZ, M., «Razi fuente de al-'Udri para la España preislámica.» Cuadernos de Historia del Islam, 11 (1971), 1-49. No ponemos en duda la antigüedad de la ciudad de Montoro pues arqueológicamente se ha demostrado su poblamiento entre los comienzos de los siglos X y VII a. C. en la zona del «Llanete de los Moros». Cf. A. M. Vicent en la revista Corduba, n.° 6 1977), pp. 133-137. 
(6) Ibn Hayyan, Muqtabis, edic. P.M.M. Antuña, París, 1937, 51.
(7) lbn 'Abd al-Himyari, Kitab ar-Rawd al-Mi'tar fi habar ataktar, edic. y trad. E. Lévi- Provernal con el título La Peninsule lberique au Moyen-age d'aprés le..., Lieden, 1938, s. v., Baiyara (n.° 59). 
(8) VA LLVE, J., «Fuentes latinas de los geógrafos árabes», Al-Andalus XXII (2), (1967), 241. 
(9) Ibn Sahib al-Sala, al-Man Bil-Imama, trad. A. Huici, Valencia, 1969, 228. 
(10) 1bn Sahib al-Sala, lbid. (Es probable que Balyaras sea el mismo topónimo de Bayyara, pues la alteración en árabe es mínima para confundirse). 
(11) Crónica latina de los Reyes de Castilla, Edic. M.° de los Desamparados Cabanes Pecurt, Valencia, 1970, 20. (El texto latino pone Montor.) 
(12) «Ibn 'Idari al-Marrakusi», Nuevos fragmentos almorávides y almohades de «Al-Rayan al-Mugrib», editados y trad. por Ambrosio Huici, Valencia, 1963, 304. 
(13) E. Lévi-Provernal, «Un Recuil de lettres officielles almohades» en Hesperis XXVIII (1941), carta XXV (bis): «Relatio d'un radid des Chrétiens d'Avila dans la region de Cordoue». La importancia del vado de Pajares se manifiesta en la existencia, de un camino en Marmolejo llamado camino al vado de Pajares; cf. Mapa T. N. 1150.000, hoja n.° 904. 
(14) Alcocer era uno de los distritos de Córdoba según Ibn Said al-Magribi. Cf. Al-Magari, Analectes 1, 103, 138 y 139. Cf. Ibn Said al-Magribi, Al-Mugrib fi hula 'al-Magrib, edic. Shayqi Dayf, El Cairo, 1, 27. Sobre esta división cf. A. Arjona, Andalucía musulmana: Estructura político-administrativa. Córdoba, 1982, 118-119. Sobre el camino de Córdoba a Baeza por Alcocer y Andújar cf. esta misma obra en la p. 145 («El camino de Córdoba hacia el Alto Guadalquivir»). 
(15) HERNANDEZ GIMENEZ, Félix, «El camino de Córdoba a Toledo en época musulmana», A !- Andalus XXIV (1959), 54. 
(16) OCANA TORREJON, Juan, «Los caminos viejos de Los Pedroches», BRAC, n.° 102 (1981), 71. 
(17) GARCIA BELLIDO, Antonio, La España del siglo primero de nuestra era (según P. Mela y C. Plinio), Madrid, 1978, nota 279. 
(18) CRIADO HOYO, Manuel, Apuntes para la Historia de la ciudad de Montoro, Córdoba, 1983, 241. 
(19) VALLVE, J., «La industria en al-Andalus», rev. Al-Qantara I (I y 2) (1980), 217. 
(20) Cf. NIETO CUMPLIDO, M., Villa del Río en la Baja Edad Media, Córdoba, 1979, p. 13, nota 6. Documento de la Biblioteca Catedral de Córdoba, ms. 125, f. 88r. También puede consultarse el Corpus Mediaevale Cordubense del mismo autor. Documento n.° 227. El citado cortijo o heredad. de Paiares constituía en la Edad Media el límite occidental del término de Montoro según el texto de las Limitaciones del Obispo don Fernando de Mesa (1257-1274). 
(21) Cf. Hoja n.° 903 del Inst. Geográfico y Catastral (1970). 
(22) El arqueólogo Juan Bernier en su obra Córdoba tierra nuestra, nos habla de la existencia de impor-tantes restos arqueológicos en Torres Pajares; cf. el artículo «Montoro y su término» en la página 62 de la citada obra. El arqueólogo de campo e ingeniero de minas don Antonio Carbonell y Trillo-Figueroa, en su trabajo «Antigüedades y datos prehistóricos de los términos municipales de Montoro y Villanueva de Córdoba», BRAC n°, 73 (1955), 137-291, habla de la existencia de una ciudad romana en el cortijo de Pajares. 

2 comentarios :

  1. Buen trabajo. Para su enriquecimiento, sugería consultar los mapas de la Mesta.

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  2. Pues el señor Lope de Rego, gran usurpador de la riqueza arqueológica de Montoro que en los 80 y 90 podiamos ver en todas y cada una de los desmontes que hacian en Montoro para cualquier edificación sostiene que Bayyara se encuentra en la Villa del Rio. Dejo enlace para conocimiento de masas. https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CCEQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.cronistasdecordoba.org%2Fapp%2Fdownload%2F5978581875%2F-BAIYARA-%2BFUNDACI%25C3%2593N%2BVISIGODA%2BY%2BNOMBRE%2BDE%2BVILLA%2BDEL%2BR%25C3%258DO.pdf%3Ft%3D1330622292&ei=o-bdVO3dIofrUtCkgiA&usg=AFQjCNEw8qzEIq58gL0lQu70oNBRFQNMEg&bvm=bv.85970519,d.d24

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