El Embalse del Arenoso está situado en el cáuce del río Arenoso, afluente del Guadalquivir por la margen derecha, la presa se encuentra próxima a la desembocadura en el término municipal de Montoro, a unos 41 km al noreste de la capital, teniendo un acceso en el PK 364 de la autovía A-4.
En cuanto a los datos técnicos de este embalse podemos decir que tiene una Superficie n.m.n.: 764,12 Has y una Capacidad n.m.n.: 166,97 Hm3. El tipo de presa es de materiales sueltos con núcleo impermeable, filtros y espaldones de escollera. La Presa del Arenoso tiene una altura máxima de 80 m, una longitud de coronación de 1.481.28 m y un ancho de coronación de 11,30 m.
La finalidad de la presa es regular los recursos del río Arenoso, y, por otra, almacenar los caudales sobrantes del Guadalquivir en el embalse en época de crecidas mediante la construcción de una estación de bombeo ubicada al pie de presa.
Primera vez que los Baños de Arenosillo son engullidos por las aguas del Embalse del Arenoso de Montoro |
A día de hoy el embalse se encuentra al 50 por ciento de su capacidad lo que provoca que el embalse tenga una cota de 195,14, teniendo en cuenta que los Baños de Arenosillo se quedaron a 196,61 metros. Por tanto ya habrán comenzado a renacer de entre las aguas del Pantano, intentaré próximamente colgar alguna fotografía de los Baños tras resurgir del agua.
Fotografía antigua de los Baños de Arenosillo. Archivo Alfonso Corronado |
ARENOSILLO: baños en la
provincia de Córdoba (7 leguas), partido judicial y término de Montoro (¾):
Situados por la parte del Noroeste de la población en una de las principales
cañadas de Sierra-Morena, a la falda de la elevada loma llamada del Cañaejal y
márgenes del arroyo Arenosillo del que toma el nombre.
El edificio
consta de dos grandes piezas cuadrilongas de piedra sillar, de 10 varas de
longitud y 6 de anchura, con poyos alrededor para descansar y desnudarse los
enfermos; estas piezas no están aún techadas, pero tienen buenos toldos
suficientes para resguardarse de la estación calurosa en que se usan los baños;
cada una de ellas comunica con una balsa de 4 ¾ varas de largo, 4 de ancho y
una de altura al agua, teniendo, por consiguiente, cada baño 19 varas cúbicas
de agua, equivalentes a 57 pies cúbicos; su desagüe se recibe en dos pilas exteriores
destinadas a los baños locales y chorros, habiendo además otra pila de mayor
capacidad construida sobre las arenas del arroyo para los enfermos lazarinos y
otros padecimientos contagiosos.
Fotografía de la fachada de los Baños de Arenosillo. Fotografía Verano 2008 |
En la parte
superior de la fachada que mira al Sur hay una estatua de San Rafael, y por
bajo una lápida en que se lee:
BAÑOS DE ARENOSILLO
MEJORADOS EN
BENEFICIO DE LA HUMANIDAD DOLIENTE.
AÑO DE 1838.
Además del
edificio de que se ha hecho mérito, existen en sus inmediaciones una casa que
se domina de Caridad, otra frente a los baños para habitación de los bañeros, y
otras 2 de propiedad de hacendados de Montoro que alquilan a los enfermos que
quieren habitarlas.
También hay
sobre 20 caseríos en el radio de ¼ de legua pertenecientes a varias posesiones
de olivar, siendo el más capaz de ellos y el más saludablemente situado el que
se halla en la cumbre de la loma del Cañaejal propio de los señores Cantarero,
vecino de la villa de Cañete de las Torres.
La de la
Caridad, construida en el año de 1839 a expensas del Sr. D. Bernabé Romero,
rico propietario de la expresada ciudad de Montoro, es un edificio cuadrado de
poca elevación, formando en su interior un espacioso patio rodeado de una
galería con arcos, en la cual se encuentran las entradas para 13 buenas
habitaciones y para una gran cocina común; sobre su portal se ve en una lápida
la siguiente inscripción:
CASA DE CARIDAD A BENEFICIO
DE LOS POBRES DE SOLEMNIDAD.
AÑO DE 1839.
Aunque el
principal objeto de este edificio fue el de alojar a los puramente pobres, como
las obras proyectadas para proporcionar aposento a los demás concurrentes no se
han continuado, se admiten en él sin distinción en tanto que hay cabida a todos
los que llegan a usar las aguas, sin pagar más que una moderada gratificación
al conserje, el cual lo cuida y asea y tiene la obligación de surtir de agua y
leña a los bañistas.
Recorte del Diccionario de Madoz, concretamente el apartado dedicado a la floraque rodeaba los Baños de Arenosillo |
A la derecha
de esta casa está construida la titulada de la Salud, costeada por la
señora marquesa de Benamejí, que debe formar un cuadrilongo con 22 habitaciones
alrededor de un extenso patio, una gran cocina para servicio común, y una
iglesia y sacristía en uno de sus ángulos; hasta ahora solo está concluida la
iglesia y 6 de las habitaciones, las cuales se ceden gratuitamente por la
señora marquesa, recibiendo sin embrago las gratificaciones que gusten dar los
bañistas para mejoras del establecimiento.
La dirección
facultativa de las aguas está a cargo de un médico-director nombrado por el
Gobierno, el cual reside en Montoro durante la temporada de baños, visitándolos
diariamente; para el servicio espiritual y asistencia a los enfermos, hay un
capellán, un sacristán, un bañero y una bañera. Hasta ahora no
cuentan con ningún género de asistencia ni por parte del establecimiento, ni
por la de particulares, por cuya razón los bañistas tienen que proveerse por sí
de comida, utensilios y sirvientes, contando solo con habitación, agua y leña,
y con un cosario que va todos los días a Montoro y conduce a los enfermos la
carne y demás artículos que necesitan.
Los pobres que
antes de presentarse en los baños hayan conseguido entrar en el hospital de
dicha ciudad, son socorridos por el establecimiento con 3 reales diarios
mientras usan las aguas.
La necesidad de mantener en él el
orden ha hecho adoptar varias disposiciones que se fijan en sus puertas, siendo
las principales, el que de los dos baños que existen se destine uno para cada
sexo; que los bañeros no permitan usar las aguas sino a los que presenten la
papeleta del director en que manifieste haber el enfermo referido o presentado
escrita la historia de su dolencia, y que en el uso de los baños no haya
distinción de ninguna clase, sino que se guarde el riguroso orden de antigüedad
marcado por el número que corresponde a cada bañista al presentarse al
director, que irá señalado en la papeleta.
Los medios a
que deben recurrir los que deseen aprovecharse de los pocos recursos que hasta
el día ha reunido la industria humana a este precioso manantial son, dirigirse
al secretario del ayuntamiento de Montoro por lo que hace a conseguir
habitación en la casa denominada de Caridad; al apoderado en dicha casa de la
señora marquesa de Benamejí respeto a la casa de la Salud, y a sus respectivos
dueños en cuanto a las demás casas.
Fotografía del interior de uno de los habitáculos donde se encuentra el agua. Fotografía del Verano del 2008 |
De esta
sencilla descripción se deduce con facilidad que los baños de Arenosillo son
puramente para los verdaderos enfermos que se someten a mil incomodidades por
disfrutar del saludable y conocido influjo que ejercen sus aguas en enfermedades
rebeldes y pertinaces, en ellos no hay salones de reunión, ni jardines, ni
galerías, ni paseos, ni otras muchas comodidades que el lujo y la costumbre
hacen necesarias a los habitantes de las ciudades, y que atraen a los
establecimientos numerosas concurrencias, por cuya razón no son frecuentados en
general más que por los enfermos de los pueblos de la misma provincia, quienes
por su sencillez de costumbres se ocupan poco de habitaciones cómodas y
lujosas, satisfaciéndose con lo meramente preciso para la conservación de la
vida.
Dos son los
manantiales que se conocen; uno se halla en el principio mismo de la loma del
Cañaejal, que es sobre el que están formados los baños, y otro más abajo
distante unas 40 varas del primero, más abundante que él, y al parecer más
cargado de principios minerales; este último no está analizado, si bien por
solo sus propiedades físicas no queda duda de que el gas ácido
hidro-sulfúrico es su principal mineralizador; en el día no se utiliza en
baños a causa de estar en la misma corriente del arroyo, cuyas aguas lo cubren
durante el invierno; pero en la estación en que aquellos se toman, se halla
descubierto y se aprovecha para bebida, baños locales, y para conducirla fuera
del establecimiento.
Las aguas
brotan en el fondo de las ya citadas balsas por entre las hendiduras de las
rocas que forman su suelo; en el espacio de 14 horas se llenan las dos, pero
una vez llenas, el caudal de agua no se aumenta, permaneciendo en el mismo
estado hasta que se vacían, por lo cual no pueden renovarse más que una vez
cada día.
Los habitantes
del país aseguran que recién hechos los baños en 1822, su caudal era
abundantísimo, tanto que después de estar llenas ambas balsas, corría el agua
de continuo por los desagües que tienen una vara de altura, y que sucesivamente
han ido disminuyéndose, en particular en estos últimos años, consistiendo esto
tal vez en que pesando mucho el agua sobre los puntos por donde mana, tiene que
buscar otras salidas por los intersticios de las rocas, por los cuales se
desliza la que debía rebosar, cuya opinión puede confirmarse en atención a los
muchos sudaderos de la misma agua que se ven en la falda de toda la loma.
Pilones de la Fachada de los Baños de Arenosillo. Fotografía del Verano del 2008 |
El manantial
que está en el arroyo es más abundante que el de los baños, pero en la
disposición en que está colocado, no permite que se calcule la cantidad de agua
que produce. Toda la cordada a cuya falda se encuentran estos baños, está
formada en su mayor parte por grandes lajas y filones de pizarras silíceas
asbestoideas, intermediadas de algunos fragmentos areniscos y de gneiss de poca
cohesión, variando este terreno en la montaña que hay frente a los mismos baños
dividida de la anterior por el arroyo Arenosillo, la cual se compone
casi en su totalidad de grandes masas informes de arenisca roja con algunas
vetas de cuarzo y sílice bastante pura.
Las plantas
medicinales más abundantes que se hallan en sus contornos son las que se
expresan a continuación:
En las inmediaciones de los baños:
Nombres
facultativos. Nombres
vulgares.
Conium Maculatum. . . Cicuta.
Labendula Sthoecas. . . Cantueso.
Malva
Rotundifolia . . . Malva.
Mentha
Aquatica . . . . . Mastranzos.
Oxalis
Acetocella. . . . . Vinagrillo.
Seylla
Marítima . . . . . . Cebolla
Albarrana.
Trifolium
Melilotus . . . Trébol
oloroso
En los montes vecinos a los baños:
Anethum Foeniculum . Hinojo.
Asparagus
Officinalis . Esparraguera.
Cistus
Ladaniferus. . . . Jara.
Fumaria
Officinalis . . . Gitanillas.
Ilecebrum
Paronichia. . Sanguinaria
menor.
Origanum
Majorana. . . Mejorana.
Pistacia
Lentiscus. . . . . Lentisco.
Id.
Therebintus. . . . . . . Cornicabra.
Quercus
Coccifera . . . . Coscoja.
Rosmarinus
Officinalis. Romero.
Scabiosa
Arvensis. . . . . Escabiosa.
Sedum Acre. .
. . . . . . . . Siempreviva
menor.
Verbascum
Thapsus . . . Gordolobo.
Hallándose
igualmente algunas plantas acuáticas en los estanques, a cuyas hojas se
adhieren porciones de azufre hidratad, producido por la descomposición del gas
ácido hidrosulfúrico contenido en el agua y por algunos despojos orgánicos,
construyendo largos filamentos de dichas sustancias.
Fotografía aérea del Embalse del Arenoso tomada en Enero del 2010, fijémonos en el nuevo puente sobre el Guadalquivir a la derecha. |
Los objetos
zoológicos que en este terreno se encuentran, son muy generales en todo el
reino; sin embargo, los que más predominan en su clase de anfibios son los
siguientes:
Lacerta
Agilis. . . . . . . . Lagartija.
Id. Cygilis.
. . . . . . . . . . Lagarto.
Rana
Temporaria . . . . . Rana.
En la de insectos abundan:
Scorpio
Europæus. . . . . Alacrán.
Meloe
Majalis. . . . . . . . Carraleja.
Las
propiedades físicas de esta agua son: transparencia igual a la del agua
destilada; olor incómodo parecido al de los huevos podridos; sabor
caracterizado por su propio olor; temperatura constante 24º del centígrado;
peso específico 1,010; contuosidad al tacto bien marcado; desprendimiento de
burbujas en su nacimiento; sobrenadando unas costras insolubles que despiden un
olor sulfuroso por la combustión.
El único
cambio sensible que experimenta el agua fuera del manantial, abandonada por
algún tiempo a la influencia atmosférica, es la pérdida del olor y sabor.
Hasta ahora no
se ha destinado a ningún uso económico, pues que la que se extrae del
establecimiento es solamente para los enfermos que se bañan en el pueblo,
haciéndolo en cantidades muy variables según es mayor o menor el número de
aquellos.
De los ensayos
por reactivos y demás medios de análisis puestos en práctica hasta el día,
resulta que en cada 2 libras castellanas de esta agua se contienen los
mineralizadores que a continuación se expresan:
Ácido hidrosulfúrico
libre. . . . . . . . . . . . . 150 granos.
Carbónico . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Hidroclorato de Sosa. .
. . . . . . . . . . . . . . . 125
De magnesia . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . 100
De cal. . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Óxido de Silicio. . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Sustancia vegeto-animal
. . . . . . . . . . . . . . 125
Pérdida. . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
En virtud,
pues, de las propiedades físicas citadas y de su constitución química, pueden
colocarse esta agua en la sección 1.ª de la clase 6.ª de la clasificación de
Henry, o sea aguas hepáticas que tienen el gas ácido hidrosulfúrico
libre.
Las virtudes
medicinales de las mismas dependen de su agradable temperatura y de los
principios mineralizadores que contienen, que consisten en general en estimular
dulcemente la piel restableciendo las funciones de este vasto sistema,
modificando por consiguiente la composición de los fluidos y ordenando el
mecanismo de las secreciones, cuyos desarreglos son las causas más frecuentes
de las enfermedades crónicas.
Otra fotografía tomada justo a los Baños de Arenosillo cuando están siendo engullidos por las aguas del Embalse del Arenoso de Montoro |
Aquellas en
las que convienen son en las afecciones cutáneas rebeldes, en las úlceras
callosas y fistulosas inveteradas, en las cataratas incipientes, en las flecmasias
crónicas de la mucosa de la vejiga, en las de los órganos genitales, en la
esterilidad producida por estas afecciones, en las obstrucciones de las
vísceras abdominales, en las afecciones crónicas de todas estas vísceras, en la
inapetencia, la acidez de estómago y las digestiones laboriosas, y en la
infinita variedad de estados morbosos calificados de neuroses y moralgias.
Esta agua ya
sea en baños o en bebida, son útiles especialmente a las personas delicadas, a
todos los dotados de una gran movilidad nerviosa, y al principiar a hacerse
crónicas las enfermedades, en cuyos casos otras más cargadas de principios
inmoralizadores o de temperatura más alta o más baja podrían ser perjudiciales.
Están
contraindicadas en todas las enfermedades inflamatorias, en la tisis pulmonar,
en la emoptisis, en el cáncer, en el escorbuto, en la gota, en las lesiones
orgánicas del corazón y otras muchas; y serán muy peligrosas aún en las
enfermedades para que están indicadas, si los enfermos no se preservan de las impresiones
de la atmósfera, a cuyo fin, aunque las aguas se usan en la estación del estío
y el calor a veces se hace insoportable, es preciso que aquellos no se
desabriguen ni dejen la ropa de lana, en particular por las mañanas y tardes,
porque una supresión de traspiración no solo puede interrumpir una curación ya
adelantada, sino aún producir otras afecciones más temibles que las que los
obligaron a acudir al remedio mineral.
Es necesario
también que los enfermos tengan presente que las curaciones no se consiguen por
darse muchos baños o por beber cierta cantidad de agua en un tiempo dado, sin
tener en cuenta las modificaciones que experimenta el organismo por las muchas
mudanzas que ha sufrido desde que empieza el viaje hasta llegar a las aguas
minerales; así es, que en el momento en que sientan dolores de cabeza,
calofríos, laxitud y malestar general u otros síntomas análogos, deben
suspender el uso del agua y no continuarlo sin consultar antes con el
médico-director o cualquiera otro profesor enterado en la acción que ejercen
esta agua; pues si bien es cierto que las curaciones todas principian por una
reacción que causa algún malestar, es sin embargo indispensable que esta se
contenga dentro de sus justos límites, porque siendo excesiva puede ser muy perjudicial.
Puente de Arenosillo a punto de ser tapado totalmente por el agua del Embalse del Arenoso de Montoro |
Deberán
también evitar las insolaciones, y más todavía el exponerse al influjo del
rocío, el cual es pernicioso, no por el vapor que despide el agua mineral, como
se cree vulgarmente, sino porque la humedad de las noches es dañosa en toda localidad,
que como la de Arenosillo, esté rodeadas de montañas y tenga riachuelos en sus
inmediaciones; en tal concepto, deben retirarse a sus aposentos al anochecer y
no salir de ellos hasta que el sol bañe bien todas las cercanías, teniendo
entendido que los enfermos que no guarden estos preceptos, suelen ser atacados
de fiebres intermitentes pertinaces.
El modo de
administrarlas es muy variado; en unas enfermedades, como son las afecciones
cutáneas, las escrófulas, las úlceras específicas, etc., se usan en baños; en
otras, como las obstrucciones de las vísceras abdominales, la inapetencia, la
acidez de las primeras vías, etc., se toman en bebidas; y en otras, como en las
amenorreas, flujos blancos, la clorosis, las escrófulas, etc., se administran
de ambos modos a la vez; úsanse también en fomentos, colirios, inyecciones y
duchas, en las úlceras callosas o sostenidas por caries, en las enfermedades de
los ojos o del conducto auditivo, en fístulas profundas y algunas otras.
Detalle de la entrada al habitáculo dedicado a los hombres en los Baños de Arenosillo de Montoro. Fotografía del Verano del 2008 |
Los que beban
las aguas por padecer afecciones gastro-hepáticas, además de las precauciones
comunes a todo el que está sometido a este tratamiento, deberán limitarse a
tomarlas por las mañanas en ayunas, empezando por 1 o 2 vasos de 4 a 6 onzas y
aumentando la dosis según se lo permita el estómago, y no de una manera
repentina y sin regularidad; igual precaución observarán al concluir su uso, es
decir, que vayan disminuyendo por grados la dosis en los últimos días que estén
en el establecimiento; pues la experiencia ha demostrado que estos estómagos
son muy susceptibles, produciendo en ellos graves accidentes los cambios
repentinos.
Las personas
delicadas y de sistema nervioso muy irritable deben tener presente que el darse
más de un baño al día, puede traerles inconvenientes de consideración y aún
para uno solo es indispensable que se sujeten en cuanto a su duración y demás
circunstancias, a lo que se indique por un facultativo que las dirija.
No es fácil
determinar los días que deberán usarse las aguas para que produzcan efectos
satisfactorios, porque para esto es preciso tener en cuenta la edad, sexo,
temperamento, estado del enfermo y la acción más o menos pronta que aquellas
ejercen sobre él, con otros muchos antecedentes.
Es muy común
entre las gentes del país la preocupación de que 20 o 22 baños tomados en 10 o
12 días son suficientes; pero si bien es cierto que hay algunas enfermedades
que se disipan en tan corto tiempo, también lo es que estas son muy raras,
pudiendo asegurarse que el mayor número de afecciones exige un tratamiento de
20 a 30 días, y repetido las más veces por 2 o 3 temporadas.
Estas empiezan
el día 1º de julio y concluyen en fin de setiembre, siendo en todo este tiempo
la mejor época para usar las aguas, la que media desde principios del citado
mes de julio hasta el 8 de setiembre, respecto a que en los días que restan de
este último, no se puede vivir ya en los baños a causa de empezar las lluvias y
ser las noches sumamente frías.
La
concurrencia se puede calcular en 250 enfermos cada temporada, no pudiéndose expresar
todavía a punto fijo si se han aumentado desde que hay médico-director, por ser
esta plaza de nueva creación.
En España y en
el extranjero hay también manantiales parecidos a los de Arenosillo, tanto en
lo que hace a sus principios activos y a las proporciones en que se encuentran,
como en lo relativo a la temperatura y a su acción terapéutica; pero esta
semejanza no es muy exacta, pues que siempre existen algunas diferencias,
particularmente por lo que respecta a su temperatura y virtudes especiales.
En España
pueden contarse los del Molar (en Castilla la Nueva), los de Ledesma (en
Castilla la Vieja), los de Grábalos (en la Rioja), los de Carballo y Cortejada
(en Galicia), los de Busot, los de Alhama, los de Carratraca, los de Chiclana,
los de Elorrio, los de Sta. Águeda, los de Esparraguera y varios otros.
Entre los del
extranjero que nos son más conocidos y que tienen alguna analogía con los que
se describen, pueden citarse los de Bagneres de Luchon, los de Bareges, los de
Bounes, San Salvador, Cauterets, Saint-Amand de Enghien, etc.
Para que este
útil establecimiento alcanzase las mejoras de que es susceptible, sería
indispensable que alguna corporación como la municipalidad o la junta de
Beneficencia, que tantos fondos tiene, se encargara de su administración e
impusiera una retribución por cada baño para atender a la conservación y mejora
de las obras que ya existen; y en el caso que esto no pudiera conseguirse,
enajenarlos a algún particular que hiciese de su cuenta y con la esperanza de
reembolsarse con sus productos de los anticipos necesarios para dicho efecto.
Como que esta
agua brotan en el término de Montoro, son propiedad de su ayuntamiento; pero
las obras que se han hecho para formar los baños y las hospederías se deben,
según ya se ha manifestado anteriormente, a la filantropía del Sr. D. Bernabé
Romero que edificó a su costa la casa llamada de Caridad, y en especial a la
Sra. Marquesa de Benamejí, que a sus expensas y sin otro interés que el de ser
útil a la humanidad doliente ha formado los baños, la casa para los bañeros, la
iglesia y la casa de la Salud, costeando también durante la temporada para la
asistencia espiritual y servicio de los bañistas, un capellán, un sacristán, un
bañero y una bañera.
Pero por
grandes que sean los servicios que a la salud pública presta la expresada
señora, aislados y sin el apoyo de los verdaderos propietarios, no bastan para
mejorar el establecimiento.
En el supuesto
de que se consiguiera del Gobierno que se pusiese al frente de los baños quien
adelantara el capital para las obras, y se encargase en lo sucesivo de recaudar
el derecho que se impusiera a todo el que usase las aguas, ya fuese la
municipalidad, la junta de Beneficencia, o bien algún particular a quien se
cediera la propiedad de los mismos, lo primero que debe hacerse es aumentar el
caudal de las aguas, practicando algunas excavaciones en la falda de la loma
del Cañaejal, a fin de encontrar el venero principal y recogerlas en un
depósito para que no se desperdicien, desde el cual se podrán dirigir a las
balsas que hoy existen, y a cuantas bañeras separadas puedan hacerse para los
que no quieran bañarse en las balsas comunes.
Fotografía del primer desembalse por el aliviadero de labio fijo del Embalse del Arenoso. La instantánea fue realizada en Diciembre del 2010 |
A pesar de que
haciendo la obra indicada habría agua sobrada para surtir el establecimiento,
no debe por ello desperdiciarse la del segundo manantial que nace en la
corriente del mismo arroyo, porque rodeándole un fuerte muro que desviara las
aguas corrientes que esta trae en el invierno, quedaría el agua mineral
separada completamente de aquellas, y podría aprovecharse en otro baño para más
desahogo y comodidad de los concurrentes, y aún para conseguir muchas
curaciones con el uso graduado de los 2 baños que tal vez no se conseguirían
con uno solo.
Convendría
también aumentar el número de las hospederías para que los enfermos estuviesen
con más comodidad y más inmediatos a los baños, y para que pudieran librarse
mejor de las influencias atmosféricas que a las veces no son muy favorables en
la localidad que ocupan.
La citada
marquesa de Benamejí compró y posee algunos terrenos para hacer casas, que
rifadas, produjesen para otras, y continuar de este modo sucesivamente hasta formar una pequeña población; para
llevar a cabo este proyecto impetró la licencia competente, y la obtuvo por una
Real orden, pero con condición de abonar el 25 % del producto de la rifa para
la renta de Loterías, cuya gravosa condición no quiso aceptar la indicada
señora, ni era justo imponérsela cuando se prestaba a anticipar un capital sin
interés alguno, y con el solo objeto de proporcionar comodidades a los muchos
enfermos que se reúnen todos los años en este sitio, como resulta de los
informes que dieron las autoridades de la provincia; y que obran en el
expediente formado al efecto en la jefatura política en 1838, que pasó al
ministerio de Hacienda.
Dar impulso a
este expediente y conseguir del Gobierno la licencia para estas rifas, libres
de todo derecho en atención a su benéfico objeto, es uno de los medios más
poderosos para fomentar estos baños y de aumentar y facilitar su concurrencia.
Fotografía del Embalse del Arenoso en Marzo del 2007 |
Como el
descubrimiento de las virtudes medicinales de esta agua es bastante reciente,
hay muy pocos trabajos científicos sobre ellas; en el año de 1817 fueron
analizadas por primera vez por orden del ayuntamiento de Montoro, siendo muy
sensible se haya extraviado el resultado de dicho análisis consignado en una
memoria presentada por los profesores que lo ejecutaron.
En el de 1836
verificaron otro análisis los doctores en farmacia D. Francisco Linares y D.
Francisco Avilés y Cano, e imprimieron una segunda memoria, que es uno de los
apreciables antecedentes que hemos tenido la satisfacción de consultar para la
formación de este artículo, en la cual se comprende la descripción de los
baños, las diversas operaciones practicadas para su análisis y su resultado, y
la enumeración de las enfermedades que en dichas aguas están indicadas, según
el dictamen de los profesores de medicina que las han propinado.
Terminamos la
interesante descripción de los baños de Arenosillo, exponiendo la causa
ciertamente original, que produjo su descubrimiento según la opinión pública, y
al parecer más probable; atribuyese al instinto natural de un res vacuna que
curó de un afecto herpético por los baños de 1817 a 1818, cuya observación
transmitida por un pastor que la custodiaba a D. Manuel Madueño Grande,
capellán tonsurado de Montoro, hizo igual experiencia con unos perros atacados
de arestín, y fue tan completa y pronta la curación de estos animales, que
puesta en conocimiento del ayuntamiento de dicha ciudad nombró facultativos que
reconocieran la naturaleza de las aguas y demás circunstancias consiguientes al
efecto.
Esta
disposición correspondió a los deseos de cuantos las habían examinado, por cuya
razón se concedió terreno a varios vecinos de Montoro con el objeto de formar
allí una pequeña población, proporcionando también al pueblo algunos capeos de
novillos para con su producto proteger los baños, dando algún ensanche y
comodidad al local en que se hallan; obra que se hizo en 1820.
Perico.. Ya no tengo mas sombreros que quitarme ante tus trabajos de investigaciónn. Nada si hay algún farmaceutico.. medico.. o naturista.. ya sabe donde tiene un recurso para al menos quitar los dolores del cuerpo.. los del alma.. casi que tb viendo esos paisajes... Bueno tb hace falta una iniciativa empreserial... y apostar por un desarrollo sostenible con una calidad de vida, que atraiga al mercado y no expulse poblacion... creando puestos de trabajo y dando riqueza a nuestro pueblo.
ResponderEliminarUn magnífico trabajo, Pedro. No sé de donde sacas tanto tiempo....enhorabuena.
ResponderEliminarUna vez hablé con un médico y me dijo que las enfermedades que curan las aguas de los baños, casi todas se curan con cremas que se adquieren fácilmente en la farmacia y son baratas. Por eso en la actualidad no sería rentable su explotación.
No quiero dejar de decir, que el hallazgo de lo publicado en el Diccionario Enciclopèdico Pascual Madoz, se le debe a mi buén amigo Evaristo Alfaro, que me lo remitió hace años. Cuando Pasión por Montoro inició el tema de los Baños de Arenosillo se lo envié para su publicación, con el enlace en el que se puede leer dicho Diccionario. Es justo reconocer el mérito investigador de Evaristo Alfaro y quiero dejarlo claro en este blog. Soy Jesús Mª Montilla.
ResponderEliminarSí, un buén trabajo de ivestigación. Yde información para mí, me ha satisfecho saber la relación de enfermedades que "supuestamente" se curaban con los baños. Lo que no creo que me curasen es el dolor en el alma que me ha quedado con la desaparición de un patrimonio cultural montoreño.
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