LO MEJOR DE LA SEMANA

miércoles, 10 de agosto de 2011

Nazareno de Santiago y Antiguo Pilatos del Ecce-Homo


Ya son varios los usuarios que me han preguntado por estas dos imágenes y yo la verdad es que se bastante poco... Recuerdo haber oído que la imagen del Nazareno de Santiago la estaba restaurando Miguel Arjona, pero esto ya hace algunos años. Si cualquier lector quiere aportar su granito de arena con alguna fotografía del Nazareno, que me ha sido imposible encontrar alguno o con cualquier información sobre estas imágenes que lo haga y nos explique un poco sobre ellas.
Dejad información mediante comentario o por Mensaje privado en nuestro nuevo Tuenti, Pasión por Montoro.
Editado el día 11 de Agosto:

IMAGEN DE PILATOS QUE PROCECIONÓ CON EL ECCE-HOMO.
Mediante un nuevo comentario nos han informado sobre el paradero de estas dos imágenes. Según este Anónimo la imagen de Pilatos se encuentra en una nave, mejor no daré mi opinión acerca de esos comentarios vertidos el Jueves Santo. La imagen del Nazareno de Santiago se encuentra en el taller de Miguel Arjona debido a la falta de fondos por parte de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
A continuación os copio una noticia que apareció en el Periódico ABC, donde Miguel Arjona habla sobre el cierre de su taller. ENTREVISTA REALIZADA EL 15 DE MAYO DE 2011

POR ARISTÓTELES MORENO
CÓRDOBA
ESCULTOR IMAGINERO
EN Rey Heredia, número 23, hay un inequívoco aroma a fin de viaje. En esta portentosa casa, con patio central y arcada, reina un desorden prodigioso. Nada parece ocupar el lugar que le corresponde. Ni las estatuas polvorientas, ni la desvencijada banqueta, ni las decenas de piezas de madera que dormitan sobre cualquier sitio. La enfermedad ha doblegado la tenacidad de Miguel Arjona Navarro, el último imaginero de su generación, y el que ha sido su taller durante casi medio siglo es ya un organismo a punto de extinguirse. El septuagenario escultor nos recibe en un pequeño salón con ventana al patio. Tiene la voz quebrada, un ojo inhábil y no se sabe cuántos achaques más. Lo que no le impide desplegar un sentido irónico y una sonrisa admirables.
—¿Qué le ha dado el arte?
—Dinero no me ha dado, pero sí satisfacción y alegría.
Miguel Arjona Navarro (Córdoba, 1933) se hizo imaginero casi por casualidad. Llevaba dentro el arte, pero en estado indómito. Sin despuntar. Un día apareció una vecina y le sugirió a su madre que lo llevara al taller de Antonio Castillo, conocido imaginero de la época, para que allí pudiera volcar su natural tendencia al dibujo. Y así fue cómo aquel niño de 14 años emprendió un oficio, de cuyos frutos dan hoy buena cuenta innumerables iglesias de Córdoba y Andalucía. «Me crié en la Cuesta de Luján y como en aquellos años había pocos coches y pocos jaleos, pues nos pasábamos la vida peleando y dando guerra en la calle».
Entonces puso fin a su breve etapa de estudiante y se incorporó al universo de la imaginería, primero como aprendiz y finalmente como reconocido maestro. «El taller tenía dos habitaciones y yo era uno de los tres aprendices. Allí se hacía talla religiosa, pero me hubiera dado igual hacer cualquier escultura. Por entonces, se dedicaban a hacer pasos: el del Rescatado, el de las Angustias. Y yo me entretenía también en tallar con los mayores. Entraba de 9 a 1 y de 2 a 6 y cuando salía me metía en la Escuela de Artes y Oficio. No tenía contrato ni nada y después de un año sin cobrar, el primer sueldo que recibí eran dos pesetas semanales».
—Un trabajo muy exigente.
—Yo lo recuerdo con alegría. En ese tiempo no se notaban las horas. No había opción.
Fue alumno de Ruiz Olmos, Dionisio Ortiz y Fernández Márquez, de quien aprendió la técnica del cuero. «Iba por las tardes a su taller y un día le dijo a mi padre que me quería adoptar, que él no tenía hijos y nosotros éramos nueve hermanos. Pero mi padre dijo que no, que yo no salía de casa». Cuando volvió de la mili, montó su propio negocio. El primer encargo que le hicieron fue la Virgen del Patrocinio, de Ronda, y acto seguido organizó una exposición en la Sala Góngora, hoy desaparecida. Los pedidos se multiplicaron. Y poco después le dieron el primer premio de escultura en el Concurso Nacional celebrado en Montilla. Su obra se encuentra diseminada por decenas de iglesias de Córdoba y Andalucía. Una muestra de su talento se aloja en el Seminario, Santa Teresa, Santa Isabel de Hungría, Chirinos, la Iglesia de las Margaritas, el Parque Figueroa y un buen número de centros religiosos. Hasta en Canadá, Malasia y EEUU hay esculturas talladas por el maestro Arjona.
Entre la escasísima obra civil que ha trabajado se puede citar la estatua de Al Gafequi, ubicada frente a Filosofía y Letras, o un potro de piedra levantado en Alabama (EEUU). «El tiempo que tardábamos en esculpir cada Cristo es incalculable. Sí recuerdo que, por entonces, nos salían uno por año. Y se cobraban a 150.000 pesetas (900 euros)». «Ganábamos menos que un peón de albañil», tercia Joaquín, su cuñado y escultor también, que nos acompaña durante la entrevista.
—¿Qué nombre le hace justicia: imaginero o escultor?
—Me da igual. No tengo predilección por ninguno de los dos.
—¿Lo suyo es más arte o más oficio?
—Es arte. Aunque tiene un escalafón menos que la escultura civil. No sé por qué. Hay esculturas religiosas maravillosas y otras civiles que no valen un duro.
—¿Qué imagen le ha conmovido?
—El Cristo de los Cálices de Sevilla. Es de Martínez Montañés. Para morirse.
—¿Se ha inspirado en artistas como Montañés?
—No me he inspirado en nadie. Pero hay que conocerlos.
—¿En la imaginería hay espacio para la innovación?
—Siempre se puede innovar.
—¿Qué imagen le falta en su obra?
—Un Cristo yacente, quizás.
—¿En la escultura qué hay que poner: más oficio o más corazón?
—En el barro es donde hay que ponerlo todo. Después, la madera es una cosa casi mecánica. Pero el barro no tiene técnica: tiene sentimiento.
—¿Qué adjetivo define la Semana Santa de Córdoba?
—Comparar semanas santas no me gusta. Todas son distintas y hermosas. A mí me gusta mi tradición. Mi Jesús Caído, mi Esparraguero, mi Cristo de la Caridad. Los nenes nuevos tendrán la suya. Pero ya no puedo salir a la calle. Y no es lo mismo por televisión. ¿Qué tiene que ver la calle con la televisión?
Su extensa obra no está catalogada. Hace tres años llamó a su puerta un estudiante de la Universidad que preparaba una tesis doctoral sobre su trayectoria y recopiló la práctica totalidad de sus trabajos. Miguel Arjona es el superviviente de una generación de imagineros que se extingue. Sin embargo, la imaginería cordobesa vive un periodo fecundo, según sostiene. «Ahora hay más que antes. Las cofradías han despertado mucho interés y afición. Hay gente joven buena, pero le falta rodaje». El suyo fue un aprendizaje largo y lleno de contratiempos. Como en aquella ocasión en que un obispo se negó a bendecir un Cristo suyo porque decía que tenía las piernas demasiado abiertas. «Lo vería un poco pornográfico para la época. No sé. Yo me negué a cambiarlo. Ahora está en el Santuario de la Virgen de la Sierra. Bendecido por otro obispo».
—¿Qué se ha perdido en Córdoba para siempre?
—En la calle de la Feria había herreros, carpinteros y milagreros, que tenían un tallercito con un letrero en la puerta que decía: «Se hacen milagros». Y los milagros eran esas cosas que se colgaban de los santos con una piedrecita, una cajita o unas hojitas.
—Una Córdoba que ya no existe.
—Mi hermano Falo se sentaba en las gradillas de la casa y se entretenía en coger la matrícula de coches y camiones que pasaban por la calle. Y para la reforma de esta vivienda, venían los borricos con los serones de arena. De eso no queda nada.
—¿Le entristece?
—Todo ha mejorado mucho. Me da pena y alegría a la vez.
—¿Todo tiempo pasado fue mejor?
—No. Me gusta este tiempo. Se vive mejor.
—Díganos una enfermedad del progreso.
—La cantidad de accidentes de tráfico que hay. Eso no me gusta.
—¿De qué color ve usted el futuro?
—De chico le diría que de color de rosa. Pero para el futuro que me queda... Pues mire: también lo veo del color de rosa.
—¿De qué obra se enorgullece?
—Yo no me he parado a seleccionarlas. Unas por una cosa, otras por otra: a todas les tienes cierto cariño. Debería ser alguien de fuera quien dijera: «Eso es un mamarracho» o «esto está un poquito mejor». Pero yo no soy capaz.
PUES VISTA ESTA ENTREVISTA OBSERVAMOS UN MIGUEL ARJONA QUE CIERRA SU TALLER DEBIDO A PROBLEMAS DE SALUD. AHORA ES CUANDO YO ME PREGUNTO, SI EL IMAGINERO HA CERRADO SU TALLER, ¿QUE HA SIDO DEL NAZARENO DE SANTIAGO?

6 comentarios :

  1. El antiguo nazareno de Santiago aún se está restaurando en Arjona, la Cofradia no tiene dinero para pagar la restauración y está allí, con respecto al pilatos del Ecce-Homo está guardado en una nave, se decidió quitarlo porque a las propias portadoras y capataz en aquel año no les gustaba y ese mismo jueves santo se reían de él en las mismas caras de las portadoras y les decían que "vaya muñeco feo que llevaban encima"

    ResponderEliminar
  2. El imaginero Miguel Arjona no ha cerrado su taller, se ha hecho cargo su hermano Joaquin y sus sobrinos. Creo que antes de publicar ésto deberías de informarte mejor.

    ResponderEliminar
  3. Agradezco la información de este último anónimo. Te puedo asegurar que para cualquier artículo que haga consulto varias fuentes de información. A las pruebas me remito, vi que un anterior anónimo dijo que estaba en el taller de Arjona. Que hice yo, buscar información y me encontré con esta entrevista donde el gran imaginero abandona la escultura. Si observas la entrevista verás que no comenta nada de que se hermano Joaquín y sus sobrinos lo sustituyan. No me gustan que pongan en entredicho mis fuentes de información.

    ResponderEliminar
  4. pero es que desde que se publicó ese artículo hasta ahora que se ha creado éste blog ha pasado algún tiempo y si tú te mueves en el ambiente cofrade se sabe que Arjona no ha cerrado, que está malito pero no ha cerrado.

    ResponderEliminar
  5. Yo no puedo controlar toda la información que ocurre en torno a imagineros, artistas.. y un largo etc.. Por eso en ocasiones pido ayuda. Por ejemplo en este artículo, yo la verdad es que de oidas si sabia que llevaron al Nazareno de Santiago a Arjona. Pero me parecía raro que aun estuviera en el taller. Cuando ya dijiste el motivo por el que aún permanecía ya lo comprendí. Una vez mas agradezco la colaboración de todos nuestros lectores. Pero lo que no voy a tolerar es que se ponga en entredicho la información de Pasión por Montoro

    ResponderEliminar
  6. alguien podria poner fotos del nazareno y el pilatos donde se aprecien bien?

    ResponderEliminar

En el Blog Pasión por Montoro solo se aceptan comentarios en los que aparezca el nombre y apellidos. Cualquier comentario que se envie como anónimo no se publicará en ningún momento. Comentar con el nombre es muy fácil, pulsa sobre NOMBRE e indica tus datos personales. Así de fácil podremos tener una conversación fluida, con respeto y en beneficio de Montoro