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jueves, 20 de diciembre de 2012

El puente romano de Montoro

En el Siglo I A.C. la Vía Augusta era la principal ruta terrestre de la comunidad andaluza. Discurría de este a oeste, por la margen izquierda del río Bateis, uniendo los dos extremos de la región, desde el Arco de Jano en el Alto Guadalquivir hasta el fin de la Tierra, la puerta al Océano, Gades. La mayoría de los caminos que forman la Vía Augusta eran prerromanos pero la fisonomía de definitiva de la Bética surgió del largo proceso de organización territorial realizado por los romanos entre los siglos III y I A.C. El recorrido de la Vía Augusta unía los cuatro Conventos luridici que forman la provincia; Gades, Hispalis, Astigi y Corduba, y comunicaba la Bética con la Romana, pasando por la Tarraconense y la Narbonense.
Thoracata de Montoro. Fuente: Ars Operandi
El camino que seguían los viajeros que venían de Roma hacía el Atlántico discurría a lo largo de la Vía Augusta. La primera de las ciudades que se encontraba en la provincia de la Bética era Castulo, localizada en las inmediaciones de Linares (Jaén), en el Cerro de Cazlona, dominando el curso del río Guadalimar.

Tras la reforma administrativa que se realizó poco antes del comienzo de nuestra era, Castulo pasó a formar parte de la provincia Tarraconense. El inicio de la Vía Augusta a su paso por la Bética a partir de estos momentos, se situaría en el Jano Augusto, arco honorífico ubicado junto al Guadalquivir, más debajo de Castulo.

La vía Augusta entra en el ámbito de la Mancomunidad al cruzar el arroyo Salado por el puente de la Villa del Río, el mejor ejemplo de ingeniería de la Vía Augusta, porque su solidez y regularidad aúna los tres grandes principios de la arquitectura civil romana: firmitas, utilitas et venustas (solidez, utilidad y belleza). Una vez cruzado el río y a través del actual camino de los Almendros, se dirigía a Epora (Montoro), cruzando la ciudad federada de Roma para una zona cercana a la Plaza de Toros, quedando luego la vía hacia el sudoeste para acercarse a Pedro Abad y llegar hasta Sacili Martialium. Desde Sacili la vía cruza el Guadalquivir a la altura de la presa del El Carpio, donde tomaba dirección Norte para cruzar el Guadalquivir en puente de barcas hacía Adamuz y seguir luego en línea recta hasta villafranca de Córdoba.
Menos de una jornada tardaría un viajero en atravesar la Vía Augusta en su recorrido por la Mancomunidad, llegando ya, a partir del paso del Guadalmellato, a las inmediaciones de Corduba, la monumental de la provincia bética.
Puente Romano de Montoro. Junio 2008. Fuente: Vertice
Este puente supone un bien arquitectónico de enorme interés y singularidad dentro del rico patrimonio cultural montoreño, además de poseer una buena localización. El puente se emplaza dentro del Término Municipal de Montoro, entre la N-IV y el Río Guadalquivir, siendo visible desde aquella a la altura de la Vega de Torrepajares, y pudiendo accederse al mismo por la Vía de Servicio. Es de resaltar las labores llevadas a cambo durante un campo de trabajo que intentaron mermar el estado de abandono en el que se encontraba y en proceso de deterioro, por los aportes de aguas que bajo él discurren en los meses lluviosos, y por la vegetación silvestre que le ha venido afectando. 
Detalle del puente romano de Montoro. Fuente: Vertice
Aunque gran parte de su estructura quedaba oculta bajo los sedimentos del arroyo, desde antes de iniciar los trabajos el puente permitía distinguir su fábrica en sillares de piedra molinaza combinados con fragmentos de menos envergadura. En cuanto a su tipología, presenta un solo ojo, y el tablero no era visible por encontrase bajo los sedimentos modernos. Respecto a las dos caras del puente, éste es bastante sobrio, siendo ambas lisas, sin molduras ni acolchados. Antes del inicio de los trabajos, el puente alcanzaba los 2,05m de altura, desde el fondo del cauce hasta el punto central del tablero. La anchura del puente era de 5,60m aproximadamente, y su longitud emergida, de 7,60m. Esta percepción se ha visto modificada ya con la realización de esta primera fase de intervención arqueológica, emergiendo parte de la estructura antes oculta. 
Los trabajos efectuados han permitido corroborar que las dimensiones de la estructura son mayores de lo inicialmente esperado, no sólo en longitud, sino también en altura. Sin haber aún alcanzado la cimentación de la estructura ni los límites del tablero, ésta presenta ya 3m de altura y más de 10m de largo. Confiamos en que los próximos trabajos esclarezcan la auténtica entidad arquitectónica de este puente. 
Vista general del Puente Romano de Montoro. Fuente: Vertice
Durante los siglos en que la Bética vivió bajo dominio de Roma, las comunicaciones se llevaron a cabo a través de calzadas, obras constructivas de gran envergadura que se extendieron por todo el Imperio. Surgidas por y para el ejército romano en sus tareas de expansión, pronto desbordaron la península Itálica, cuna de la civilización romana y se adentraron en los territorios hostiles que eran objeto de conquista. Sin embargo, las vías romanas se convirtieron en un inestimable medio de comunicación también para la población en general y sobre todo para la práctica del comercio. La Vía más larga de la Península Ibérica, con un recorrido total aproximado de 1.500 kilómetros, atravesaba desde Gades, Hasta Regia, Oripo, Hispalis, Carmo, Astigi, Corduba, Epora (Montoro) y Castulo, hasta los Pirineos, y recibió su nombre por Augusto, emperador de Roma entre los años 27 a.C. y 14 d.C. que construyó buena parte de su trazado. En la actualidad, podemos todavía seguir su trazado a través de la carretera Nacional IV. 
Vista aérea de Montoro. Fuente: Fototeca Pasión por Montoro
Los puentes romanos son frecuentes a lo largo de los recorridos de las calzadas, ya sea para superar grandes ríos como para pequeños arroyos o torrenteras. El puente romano de Montoro es una muestra del nivel tan alto alcanzado por la ingeniería romana y demuestra además la evolución cambiante de la climatología y su repercusión en los cursos de agua, pues aunque el arroyo que el puente cruza se halla seco en la actualidad durante la mayor parte del año, en época romana debió tener un caudal estable y de importancia. De otro modo no se explicaría la existencia de esta estructura. La adquisición del rango de Civitas Phoederata por parte de Epora (nombre que recibió Montoro en época romana) al prestar ayuda a Roma en sus guerras contra Cartago, le llevará a alcanzar un papel preponderante dentro de las comunicaciones de la Baetica. En este contexto debemos enfocar la importancia de la recuperación y restauración del Puente Romano de Montoro.

3 comentarios :

  1. El puente se encuentra a un kilómetro del casco urbano de Pedro Abad, junto a la autovía de Andalucía y la antigua Nacional IV y se enmarca en el término municipal de Montoro.

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  2. Círculo Cultural Francisco Alcántara7 de agosto de 2014, 21:40

    El puente delimita el término municipal de Pedro Abad con el de Montoro, a través de un antiguo camino que lo cruzaba. Los primeros en dar la alarma del estado del puente fue el Círculo Cultural Francisco Alcántara de Pedro Abad que depositaron en la mancomunidad las fotografías del puente sobre las cuales se han trabajado. Sobre la historia del puente se tiene mucha información en esta asociación, la cual está dispuesta al servicio de los ciudadanos interesados en la conservación del patrimonio.
    CC Fco. Alcántara

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