LO MEJOR DE LA SEMANA

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Informe de la excavación realizada en la zona del Palomarejo en 1999

Vista aérea de Montoro donde podemos apreciar los resto de la antigua muralla. Los yacimientos del Llanete de los
Moros y el Palomarejo se encuentran en el ángulo superior izquierdo.
Eduardo Ruiz Nieto
-Introducción

Durante la primera quincena del mes de agosto de 1999 se ha lleva­do a cabo una Intervención Arqueológica de Urgencia en la ladera septentrional del cerro de El Palomarejo (Montoro, Córdoba), afectado por el proyecto de urbanización de la UA-8.
Dicha intervención fue autorizada por la Dirección Gene­ral de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía cotí fecha 27-5-99.
La parcela es propiedad de la empresa Promociones y Cons­trucciones Cordobesas Hermanos Ruiz Gallardo S.L. La su­perficie total que de alguna forma hemos controlado, inde­pendientemente de la modalidad de actuación arqueológica empleada, ha sido de 9.256 m2.
Los terrenos sobre los cuales hemos actuado se encuentran situados en la falda septentrional deí cerro del Palomarejo, en una zona de expansión urbana de la ciudad de Montoro.
La ejecución de esta excavación es consecuencia de una denuncia ante las instancias competentes que, de forma, cautelar, procedieron a la paralización de las obras, en tanto se redactaba el pertinente proyecto de actuación arqueología.
Con anterioridad a la redacción de este ya se habían desa­rrollado en el lugar diversos trabajos, principalmente remo­ciones de tierra y cimentaciones, que invalidaban cualquier tipo de control arqueológico, sobre determinados sectores de la parcela.

Vista aérea de la zona del Palmarejo en Montoro
INTERÉS ARQUEOLÓGICO 
La zona en que se ubica la parcela a intervenir presenta un indudable interés histórico-arqueológico. El cerro del Palomarejo ha sido conocido de antiguo por su eminente carácter arqueológico, como asentamiento de población des­de el Bronce Final, junto con el vecino y más famoso cerro de El Llanete de los Moros. 
Como referencias más cercanas, amén de los propios vesti­gios materiales que pueblan en superficie el cerro, hay que citar, entre otras, las siguientes: 
• Hallazgo de una escultura thoiacata en la C/ Cervantes, 22. 
• Tesorillo de monedas bajoimperiales aparecido en 1977 en la C/ Cervantes. 
• Las excavaciones arqueológicas iniciadas en 1980 en el vecino cerro del Llanete de los Moros. Dirigidas por el Dr.. D, J.C. Martín de la Cruz. 

Además de los testimonios expuestos, las remociones eje­cutadas como acondicionamiento previo de la urbanización, -la apertura del viario y la ejecución de la Unidad 3. Han puesto de manifiesto la existencia de estructuras de habitación, así como abundantes restos cerámicos, a una cota -1.00 m respecto de la rasante.

PLANTEAMIENTO TÉCNICO Y METODOLOGÍA 
La Intervención Arqueológica desarrollada en el Cerro El Palomarejo ha tenido, como fin último y principal, excavación arqueológica de los terrenos afectados por el proyecto de nueva planta, susceptibles de verse afectados por construcción, remociones de tierras y obras de infraestructuras, desde el punto y hora en que estas labores suponen un alteración de los vestigios arqueológicos existentes en la zona. 
Dicha intervención ha pretendido en suma documentar, de forma exhaustiva, las diversas fases de ocupación habidas en estos terrenos, ya sea hasta la cota constructiva, marcada en el proyecto de obra nueva, ya sea, en su caso, hasta la cota arqueológica estéril.
Pieza encontrada en la zona del Palomarejo.


La técnica de excavación arqueológica aplicada, se ha basado en los principios científicos establecidos por el Dr. E. C. Harris. La altimetría se ha tomado en cotas absolutas sobre el nivel del mar nedio en Alicante. Como hemos mencionado anteriormente la intervención arqueológica se ha generado a raíz de una denuncia de un particular. Ello implica, teniendo en cuenta que la urbanización consta de diversas unidades, que determinados trabajos ya se habían llevado a cabo o se encontraban en fase de ejecución.
Consecuentemente, al girar visita al yacimiento por primera vez, nos encontrarnos con diversas remociones que habían afectado de forma irreversible la estratigrafía arqueológica del lugar.
Atendiendo a las circunstancias expuestas, planteamos un proyecto de Intervención de Urgencia con diversas actuaciones arqueológicas, en función del grado de ejecución de los trabajos en las unidades afectadas. 
Estas han ido, desde el seguimiento arqueológico a que han sido sometidos los trabajos en las Unidades 1 y 2, así como la conclusión del viario de la urbanización, hasta la excavación propiamente dicha en la Unidad 4.
El desnivel de la parcela al situarse en la ladera del cerro, fuerza una disposición escalonada en las viviendas. De igual manera, este hecho, ha condicionado la excavación arqueológica, dado que cada vivienda presenta una diferencia de cota con las viviendas precedente y posterior de 54 cm, positivos respecto de la primera y negativos respecto de la segunda.
Así tenemos que el Corte I ocupa parte de las viviendas 3 y 4, el Corte II de las viviendas 6 y 7 y el Corte III de las viviendas 9, 10 y 11, adaptándose en cada una de ellas a su cota de cimentación por losa armada.
Plano de la zona del Palomarejo en Montoro.
DESARROLLO DE LOS TRABAJOS
Dado que, corno hemos referido anteriormente, la urbanización se encontraba en fase de ejecución y consta de varias unidades, cada una de ellas con sus peculiaridades, se han desarrollado sobre las mismas, actuaciones diferenciadas que pasamos a referir seguidamente:
• UNIDAD 1: Situada al Norte de la prolongación de la C/ Músico Juan Mohedo Canales, en una zona muy desfavorable de la ladera. Ha sido objeto de aportes externos con el fin de rellenar y propiciar una elevación de cota. 
Dichas labores de nivelación provocan que la planta de  sótano de las viviendas no afecte al subsuelo arqueológico.
Tan solo la cimentación, realizada mediante pozos, ha producido afecciones puntuales sobre estructuras arqueológicas, que se circunscriben, ante todo, al sector meridional de la Unidad.
• UNIDAD 2: Situada al igual que la anterior, al Norte de la prolongación de la C/Músico Juan Mohedo Canales. Tan solo la realización de la cimentación mediante pozos ha causado afecciones puntuales sobre estructuras murarías, sobre todo NE.
Durante el control arqueológico apareció y pudo ser recuperado un fragmento de inscripción romana en piedra de mina. 
• UNIDAD 3: Situada al Sur del vial principal de la urbanización, prolongación de la C/ Músico Juan Mohedo Canales. La cimentación en losa armada de esta fase de la urbanización se encontraba totalmente ejecutada, con anterioridad a la redacción del proyecto de intervención. Por ello, no se ha desarrollado sobre la misma actuación alguna, dado que la mayor o menor afección sobre los posibles restos existentes ya se había producido con antelación.
• VIAL DE LA URBANIACIÓN: (Prolongación de la C/ Músico Juan M. Canales).
El cajeado de la calle se encontraba prácticamente realizado en su integridad, salvo en su tramo final.
Ya se verificó en su día la afección producida sobre diversos restos arqueológicos (pavimentos, muros, etc.). Consecuentemente, se ha procedido a realizar un control arqueológico de la conclusión de las labores de cajeado y de la ejecución de las infraestructuras, principalmente de la red de saneamientos.
Durante el mismo se ha podido determinar la existencia de diversas estructuras muradas realizadas mediante mampuestos calizos y algún sillar de molinaza, que discurren en sentido Norte-Sur. Asimismo se ha detectado una posible calle, con igual orientación, atestiguada por un estrato de cierta potencia de grava muy compactada.
Al final del vial se ha podido observar que los estratos geológicos se encuentran muy superficiales.
Sobre las infraestructuras de abastecimiento de agua potable, luz, telefonía, etc., no se ha desarrollado control alguno por cuanto han sido incluidas dentro del cajeado de la calle sin que su realización produzca una mayor afección sobre los restos arqueológicos existentes.
• UNIDAD 4: Es la única sección de la urbanización en la que no se ha desarrollado actuación alguna, desde el pun­to de vista constructivo, que merme su potencial arqueológi­co. Lógicamente, sobre ella se ha llevado a cabo una excava­ción en toda regía, tal y corno se proponía en el proyecto. 
Se ha procedido con carácter previo, y por medios mecáni­cos, a la retirada de la capa vegetal superficial, con el fin de agilizar los trabajos de excavación, sin por ello afectar al registro arqueológico. Seguidamente se ha desarrollado la excavación manual de los tres cortes planteados, cuyos resul­tados pasamos a referir. 
CORTE I. Con unas dimensiones de 8 x 8 m (64 m2), se localiza en el sector oriental de la parcela. Comprende parte de las casas 3 y 4. La cota mínima a alcanzar se sitúa en: 
‚Casa 3: 214,20 m.s.n.tn. 
Casa 4: 214,74 m.s.n.m.
Estructuras puestas al descubierto en el CORTE I
Como estructuras más destacadas cabe mencionar la existencia de una calle que cruza el corte en sentido E-W. Su firme lo componen diversos niveles de arena muy compactada. A ella desembocan dos canalizaciones de desagüe realizadas mediante ímbrices. Una de ellas discurre por una calle que conecta perpendicularmente con la anterior desde el Sur, mientras que la otra procede del interior de una estancia.
La fachada septentrional de la calle esta constituida por dos albercas con pavimento de opus caementicium. No presentan la media caña típica de las infraestructuras hidráulicas. Estos pavimentos de opus cacmcnliuum ya fueron constatados al visionar las estructuras afectadas durante la ejecución del cajeado del vial de la urbanización.
Sobre el firme de la calle se ha documentado un nivel de escorias de fundición de mineral de plomo. Esta unidad estratigráfica  parece responder a la proliferación, poco antes del abandono del asentamiento, hacia mediados del s. II d. C., de "pequeños talleres artesanales" para la obtención de plomo.
La adscripción cultural de estas estructuras a la vista de los materiales recogidos, cerámicos principalmente, puede fijarse en época Altoimperial. Su abandono pudo producirse hacia mediados del siglo II d. C., si tenemos en cuenta el hallazgo de un quinario del emperador Trajano, acuñado entre el 103 y el 111 d. C.
CORTE II.  Con unas dimensiones de 8 x 8 m (64 m2), se localiza en el sector central de la parcela. Comprende parte de las casas 6 y 7. La cota mínima a alcanzar se sitúa en:
Casa 6: 215.82 m.s.n.m.
Casa 7: 216,36 m.s.n.m.
Detalle de la construcción de muros mediante
lajas de molinaza 
Periodos constatados
Es el único de los tres cortes practicados en el que de una forma clara se han podido constatar las dos principales fases de ocupación del Cerro del Palomarejo, al menos en la se­cuencia estratigráfica que la cota de construcción impuesta, nos ha permitido documentar.
Las estructuras, tanto las que definen la primera fase de ocupación en época Iberorromana o Republicana, como las que constituyen la vivienda de época Altoimperial nos mues­tran un marcado carácter residencial en el habitat.
La ocupación en época Iberorromana o Republicana viene definida por diversas estancias de una vivienda en que el único pavimento documentado está constituido por lajas de molinaza. La técnica constructiva es bastante burda. Los pa­ramentos no presentan un buen careado y la disposición de los mampuestos en el muro no es regular.
Las dependencias de la vivienda dan fachada a una calle, que discurre al Norte del Corte, en sentido E-W. Esta calle es prolongación de la documentada en el Corte I.
La segunda vivienda es de cronología Altoimperial. No aprovecha, al menos en la zona excavada, los muros de la anterior. La técnica constructiva es más cuidada, con muros constituidos por hiladas de mampuestos careados. Los para­mentos presentan señales de haber estado cubiertos por una capa de estuco.
Presenta una red de saneamiento básica, consistente en la recogida de las aguas residuales por un pequeño canal de desagüe para su eliminación directa a la calle.
La calle documentada en la esquina NE presenta, al igual que la establecida para el Corte I, un firme de arena muy compactada. En esta esquina y sobre el firme de la calle ha aparecido también un nivel de residuos de fundición de mineral de plomo.
CORTE III. Tiene unas dimensiones de 5 x 16 mn (80 m2.) Se localiza en el sector occidental de la parcela. Comprende parte de las casas 9, 10 y 11. La cota mínima a alcanzar se sitúa en:
‚Casa 9: 217,44 m.s.n.m.
‚Casa 10: 217,98 m.s.n.m.
Casa 11: 218,52 m.s.n.m.
Es la de mayores dimensiones y, sin embargo, es en la que menos se ha podido excavar por efecto del escalonamiento entre casas. Así, mientras que en el sector oriental del corte hemos rebajado 0,70 cm y en el central apenas 0,20 cm, en el tercio occidental el simple rebaje de la maquina ya se encon­traba por debajo de cota.
Detalle de la decoración de un zócalo encontrado en la zona del Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
Periodos constatados
Existen, al igual que en el Corte II, dos fases de ocupación. La primera consiste en una domus romana de cierta entidad, por cuanto, aunque la excavación no lo ha podido mostrar palpablemente, algunos materiales arquitectónicos evidencian que nos encontramos ante una vivienda distribuida o articulada entorno a un patio porticado.
La estancia excavada, con una superficie de aproximada­mente 11,50 m2, no presentaría un acceso directo al patio porticado, sino que este se realizaría por intermedio de algu­na de las estancias que presumimos al Sur o al Oeste.
La segunda fase de ocupación, documentada únicamente en el tercio oriental del Corte III y tan solo a nivel estratigráfico, corresponde a época Iberorromana o Republi­cana. No se han establecido estructuras relacionadas. El ma­terial cerámico recogido consiste principalmente en cerámica ibérica con decoración a bandas y algunos fragmentos de cerámica campaniense y ática.

CONCLUSIONES
El registro estratigráfico establecido en la parcela interveni­da, por periodos y fases generales de ocupación, ya unificada en los tres cortes practicados, se resume de la siguiente forma.
• Fase Contemporánea: Viene definida por estructuras de canalización para abastecimiento de agua potable, así como por la ocupación del terreno con fines agrícolas, principal­mente cultivo de olivos.
• Fase Medieval Islámica y Cristiana: No se han determi­nado estructuras de habitación pertenecientes a estos perio­dos históricos. Algunos materiales, cerámicos principalmen­te, y una moneda de cronología cristiana, son los únicos exponentes de esta fase, aunque con toda probabilidad se trata de materiales de arrastre.
• Fase Romana Altoimperial: Es, sin lugar a dudas, la fase de ocupación principal de las documentadas durante la exca­vación. Las estructuras puestas al descubierto muestran un habitat con un marcado carácter residencial, así como por posibles actividades industriales a pequeña escala, documen­tadas por acumulaciones de escorias de fundición en los Cortes 1 y II, El abandono del asentamiento, a la vista de los mate­riales cerámicos recogidos durante la excavación, así como por el hallazgo de un quinario acuñado en época del empe­rador Trajano, parece situarse hacia mediados del s. II d. C.
• Fase Iberorromana o Republicana: Documentada princi­palmente en el Corte II a nivel de elementos estructurales de habitación. En los otros dos cortes viene atestiguado por depósitos sedimentarios y materiales cerámicos. Parece adivinarse, aunque desgraciadamente las cotas de excavación impuestas no nos han permitido verificarlo, pervivencia del sustrato indígena de la ciudad de ÉPORA

CONTROL ARQUEOLÓGICO
Incluimos aquí los resultados del control arqueológico posterior por cuanto clarifican, modifican o certifican los datos extraídos de la excavación.
Recibida la autorización, mediante resolución de la Dele­gación Provincial de Cultura en Córdoba de fecha 14-9-99, se procedió al rebaje hasta cota constructiva en la Unidad 4.
Dicha resolución acordaba dar por finalizada la Interven­ción Arqueológica de Urgencia llevada a cabo, con la solaprescripción de someter a vigilancia arqueológica todas aquellas labores que supusieran movimiento de tierras. 
En su cumplimiento, la ejecución de la cimentación ha sido sometida al pertinente control arqueológico. Esta vigilancia ha permitido completar la planta de las estructuras documentadas durante la excavación y la recuperación de elementos arqueológicos, factibles de musealización.
Por otra parte los datos aportados por el control arqueológico no han venido sino a confirmar las conclusiones extraídas al término de la Intervención Arqueológica de Urgencia.
Restos hallados en la zona del Palomarejo con decoración pintada. Fuente: Francisco Aguilar.
Vidrio, posiblemente de época medieval, hallado en la zona del Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
Fragmento cerámico donde se aprecia el sello del alfarero, pieza hallada en el Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
RESULTADOS OBTENIDOS
El control arqueológico de la cimentación se ha circunscri­to a la Unidad 4, única sobre la que en su día se desarrolló la Intervención Arqueológica de Urgencia. Esta Unidad presen­ta una superficie aproximada de 1300 m2.
Los trabajos para la preparación de la cimentación han consistido en el rebaje escalonado del terreno hasta cota cons­tructiva, existiendo entre cada casa un salto de 0.54 m. Los resultados del control arqueológico han venido a con­firmar las conclusiones expuestas en el informe preliminar elaborado como conclusión de la excavación desarrollada en el lugar.
Hemos elaborado un plano esquemático, teniendo como base las estructuras puestas al descubierto durante la inter­vención, y en la medida en que los medios mecánicos em­pleados han permitido conjeturar la prolongación de las mismas.
Por otra parte, el empleo de una técnica edilicia consisten­te en el levantamiento de muros mediante mampostería de piedra molinaza sin elaborar, dificulta la percepción y el aná­lisis del trazado de los muros. Consecuentemente resulta com­plicado definir estancias con sus dimensiones reales y aún más sus funciones. Así pues, el croquis adjunto ha de ser tomado, atendiendo a las dificultades expresadas, con las lógicas reservas.
Sin embargo, en líneas generales, de la fusión de los datos aportados por la excavación y los resultados del control ar­queológico, cabe hacer algunas precisiones, resaltando aque­llos rasgos más interesantes e importantes.
En primer lugar debemos señalar que ha sido posible con­cretar el desarrollo completo de la calle documentada en los Cortes I y II. Presenta una orientación E-W, una anchura me­dia de 2,80 m y un firme constituido por capas de arena muy compactada. Se adapta a la pendiente siguiendo las curvas de nivel. Este y otros rasgos, tanto en la red viaria como en la arquitectura de las viviendas, definen un urbanismo en ladera.
De igual manera se ha podido establecer la continuación de la calle documentada durante la excavación del Corte I. Conecta en perpendicular con la anteriormente citada y con dirección Sur se dirige hacia la zona alta del cerro.
Existe una notable divergencia en la distribución espacial entre las construcciones situadas en el sector occidental y las que se desarrollan hacia levante, ocupando la ladera.
Las primeras presentan una disposición regular. Se encuen­tran ordenadas entorno a un patio, posiblemente porticado. Son estancias amplias, con pavimento de tierra apisonada, en las cuales la técnica edilicia empleada es bastante depurada. Los paramentos se hallan revestidos de estuco pintado. Co­rresponden a una domus, localizada en el Corte III, y con­trastan con la irregular distribución y las pequeñas dimensio­nes, de las piezas situadas más al Este.
Esta diferenciación parece tener su origen en una dualidad funcional. Mientras que el sector occidental de la parcela está ocupado por estructuras con un marcado carácter residen­cial, las situadas en la ladera se definen por su función indus­trial. La aparición de abundantes escorias de fundición y algunos lingotes o pondus de plomo así lo apuntan. Asimis­mo, las albercas escavadas en el Corte I pudieran estar rela­cionadas con el lavado y preparación del mineral.
En aquellos casos en que el rebaje ha llegado al terreno geológico, principalmente en la zona occidental, se ha podi­do comprobar que está constituido por arcillas de color ama­rillento. Asimismo, se ha podido apreciar la inexistencia de estructuras de habitación anteriores a época Iberorromana.
No parece que existan, pues, otras fases de ocupación que aquellas documentadas durante la excavación. Los materiales de épocas anteriores o posteriores, principalmente cerámicos, hay que considerarlos como rodados, provenientes de las zonas altas del cerro.
Pie de ánfora encontrado en la zona del Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
Asa de cerámica con incisión digital encontrada en la zona del Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
Pieza de plomo encontrada en la zona del Palomarejo. Fuente: Francisco Aguilar
Bibliografía
CHASCO VILA, R. (1980-81); "Trabajos arqueológicos en el Llancte de los Moros de Montoro (Córdoba)". Corduba Archaeologica 9. Córdoba. 
• (1982-83): "Hallazgos eu Montoro". Corduba Archaeologica 13. Córdoba.
IBÁÑEZ CASTRO, A. (1990]: "Nueva escultura thoracata en Montoro". Revista de Arqueología, 105. Madrid.
•(1991): "Escultura militar de época romana". Catálogo de la exposición Arqueología Urbana. Córdoba.
•(1991): "El hallazgo de una nueva escultura militar romana en Montoro". III Encuentros de Historia Local. Alto Guadalquivir. Montoro, Córdoba.
MARCOS POUS, A. (1977): -«Notas arqueológicas sobre Epora (Montoro). Estudios del siglo XVIII y recientes descubrimientos». Corduba Archaeologica 5. Córdoba.
«MARTÍN DE LA CRUZ, J, C. (1985): "La campaña de 1985 en el Llanate de los Moros, Palomarejo (Montoro, Córdoba)". Anuario Arqueológico de Andalucía II. Sevilla.
• (1987a): El Llanete de fas Moros. Madrid.
• (1987b): "¿Cerámicas micénicas en Andalucía?". Revista de Arqueología, 78. Madrid.
MARTÍN DE LA CRUZ, J. C. y BAQUEDANO BELTRÁN, I. (1987): "Cerámicas inéditas del Bronce Finar'. Revista de Arqueología, 72. Madrid. W.AA. (1992): Montoro, historia y arte. Estudios cordobeses. Diputación Provincial de Córdoba.

6 comentarios :

  1. Francisco Notario Rodríguez26 de septiembre de 2013, 15:21

    Realmente interesante este artículo, no se porque el tema de la arqueología en Montoro siempre se intenta ocultar. En muchos casos han aparecido restos y todos han mirado para otro lado, los primeros las autoridades competentes. Una verdadera lástima esta forma de actuar, gracias a publicaciones como esta conocemos algo más de la arqueología en Montoro. Gracias.

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  2. Me ha gustado este articulo. Alabo la valentía del mantenedor del blog. Una vez mas se manifiesta la desidia de las corporaciones que, por ignorancia o complicidades, han dejado perder un rico patrimonio cultual.
    Esperemos que las generaciones venideras no caigan en la mísma piedra.

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  3. También sería de justicia investigar el atroz crimen realizado en la urbanización de el "francés" ya que salieron a la luz unas gradas por lo que esto se corresponden a un posible teatro o anfiteatro...

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  4. Este ultimo comentario el responsable es Miguel A. Calero Garcia, lo publico como anónimo porque no me deja de otra forma

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  5. Diego Villarejo Lorente.
    En relación al escrito publicado por D. Miguel A. Calero García, quiero que se tranquilice sobre el atroz crimen en la urbanización el Francés por dos motivos:
    1º.- El muro denominado "gradas de teatro o anfiteatro" sigue en su sitio, y todavía es posible transitar sobre él.
    2º.- Mucho más importante: Con fecha 24/Abril/2002 se emitió un informe por el Arqueólogo Provincial de la Delegación Provincial de Córdoba de la Consejería de Cultura, acompañado en su visita por el Arquitecto D. José Díaz López, Jefe de Sección de la Oficina Alto Guadalquivir, del Servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, en el que informa detalladamente de la antigüedad de dicho "anfiteatro".

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  6. El expolio esta hecho. El desprecio por lo antiguo, consentido. La ruina del patrimonio, injustificada, Así un largo etc. etc. ¿Qué más podemos pedir a los que mandan?

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