LO MEJOR DE LA SEMANA

lunes, 8 de abril de 2013

El antiguo camino de Montoro al Santuario de la Virgen de la Cabeza por la Centenera de Marmolejo

Plano del antiguo Camino a la Virgen de la Cabeza desde Montoro realizado por Francisco Aguilar Pérez.
Francisco Aguilar Pérez
Virgen de la Cabeza de Montoro.

La ciudad de Montoro por su cercanía a la de Andújar, comparte de manera secular la arraigada devoción a la Virgen de la Cabeza, patrona de Sierra Morena, pero es desde el momento de la fundación de una Cofradía en 1562 (en la entonces villa montoreña), donde alcanza esta advocación una pujanza innegable entre nosotros(1), corroborada por el desplazamiento en peregrinación todos los años el último domingo de abril al Cerro del Cabezo, pasando la noche primero en una espaciosa tienda de campaña que llevaban consigo y después en una casa propiedad de esta cofradía en el Santuario, tras realizar un animado recorrido acompañados de música y danzantes(2). 
Todos los datos expuestos anteriormente se conocían hace tiempo, pero se desconocía el camino que seguían los romeros desde Montoro hacia el Santuario, por perderse en el tiempo esta tradición y no existir documentos que atestigüen el trazado exacto. Esta incógnita fue la que nos motivó a investigar cual sería el camino que seguían nuestros antiguos cofrades montoreños, y si además el mencionado camino podría realizarse actualmente, pues se abandonó a principios del siglo XX cuando proliferaron las carreteras y los medios de locomoción modernos.
Puente de Marmolejo a inicios del pasado siglo.
Fuente: Web "El lugar de Marmolejo"


Les propuse esta ruta a unos amigos aficionados al mundo de caballo para hacerla a finales de mayo, respondiéndome afirmativamente, por lo que nos pusimos a intentar desvelar el antiguo camino en su totalidad. Después de consultar a algunas personas mayores que nos podrían arrojar algo de luz sobre nuestro propósito, sobre todo nos basamos en el testimonio oral de doña Teresa del Río , anterior presidenta de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Montoro, que me dijo que su padre contaba que pasaban por la Centenera de Marmolejo, uniéndose a la cofradía de este pueblo en el impresionante puente de molinaza que tiene sobre el Guadalquivir, para hacer el camino juntas hasta el Santuario, dato que aclaraba casi en su totalidad en antiguo trazado del camino. 

Chimenea de la fábrica de Francés tras su destrucción.
Fuente: Francisco Aguilar Pérez

También consultamos prácticamente toda la cartografía antigua disponible sobre la zona en cuestión, esbozamos en unos días una posibilidad, que sinceramente creo que coincide exactamente con el ancestral camino que utilizaban nuestro antepasados para peregrinar a tierras jiennense, pues es el más rápido y fácil que se puede imaginar.
Por supuesto este camino no coincide en casi nada con las actuales carreteras, desarrollándose en gran parte sobre viejos caminos y vías pecuarias, signo evidente del acierto del trazado que nos conduciría al Santuario de la Virgen de la Cabeza después de más de 100 años de quedar abandonado e inutilizado, sintiéndonos unos privilegiados por recuperar una tradición que se perdió en la noche de los tiempos. 
Por fin llegó el día señalado, testigo fue de nuestra partida la pareja de cigüeñas blancas que anidaban en la chimenea de la “fábrica de Francés”, digo anidaban porque días después dicho nido fue derribado cruelmente y lo que es peor, en plena época de nidificación(3).


Vista del Puente de Montoro desde una avioneta de fumigación.
Fuente: Archivo Familia González Serrano. Fototeca Pasión por Montoro

Nos dirigimos muy temprano a la roja Plaza de España y a la Parroquia de San Bartolomé, punto más que probable de salida de nuestro antecesores en el tiempo y en el camino, bajamos al puente de las Doncellas(4) por la “laera Santiago”, cruzamos el Guadalquivir y entramos en la Plaza del Mercado en el populoso barrio del Retamar, dejamos a nuestra izquierda el Cerro de la Iglesia de San Roque, pues la antiquísima y recoleta Iglesia también ha desaparecido tristemente, menos mal que al llegar al arroyo Martín Gonzalo y enfilar por fin nuestro camino, pudimos observar la acertada restauración y ensanche realizado en su puente (5).

Ermita de la Fuensanta de Montoro. Años 60.
Fuente: Fototeca Pasión por Montoro

En este punto nos adentramos en el denominado Cordel de las Vacas Bravas, vía pecuaria de 37 metros de ancho, aunque reducida en la actualidad por los propietarios colindantes a unos 10 metros en las partes más anchas, algún día las autoridades reclamaran lo que es de todos y que disfrutan en préstamo solo unos pocos. 
Llegamos por este cordel al Santuario de la Virgen de la Fuensanta y remontamos el curso del arroyo Corcomé o Corcomel, como lo denominan los mapas anteriores al siglo XVIII, hasta más arriba de la Huerta Sevilla. Subimos por Blanco Hermoso (sin dejar nunca la antigua vía pecuaria de las Vacas Bravas) al pago del Charco del Novillo, cruzamos la carretera de Villa del Río a Cardeña por el Km 52, muy cerca del impresionante Cortijo de Escalera, ejemplo de conservación del patrimonio histórico.

Detalle del ruinoso y expoliado conjunto de San
Camilo de Lelis en Montoro.

Una vez en pleno pago del Charco del Novillo(6), y tras cruzar la carretera de Cardeña y descender al Río Guadalquivir por La Garavitera, buscamos la desembocadura del Yeguas en la famosa Boca del Río, en esta bajada vimos en la lejanía la vieja y fantasmal mole de San Camilo(7), imaginé como desde sus jardines que miran al Río los antiguos moradores de este molino saludarían a la animada comitiva romera que pasaba rumbo al Santuario acompañada de sus músicas y danzas. 
La importancia de esta hacienda queda reflejada en un documento de mediados del siglo diecinueve redactado por don Luís María de las Casas-Deza, que nos dice así, con respecto a San Camilo; “magnífico plantío de olivar de 40.000 pies, molino de seis vigas, cuadro de ellas de marca mayor, excelente casería y oratorio”. Fue construido en 1775, según atestiguan todavía las inscripciones que se conservan, aunque el vergonzante expolio que sufre actualmente pronto nos privará del más destacable ejemplo de molino aceitunero que queda en nuestro término municipal.

Vista del Santuario desde lo alto de la Centenera. Fuente: Francisco Aguilar
Tras vadear el Río de las Yeguas subimos a la finca del Ecijano ya en la provincia de Jaén, llegamos al punto clave de reunión anual de los antiguos romeros montoreños y marmolejeños, es decir, al majestuoso puente sobre el Guadalquivir contiguo al balneario, donde seguro las danzas y bailes llegarían a su máxima expresión. Ambas Cofradías harían juntas la peregrinación desde este momento subiendo hasta la finca de La Centenera por la vía pecuaria denominada “Camino Viejo de Marmolejo a la Virgen de la Cabeza”. 
Una vez arriba en la Centenera y tras subir un desnivel considerable de unos 500 metros, donde nuestras monturas y nosotros mismos sufrimos lo indecible, llegamos al actual control forestal de La Cabrera (9), nos encontrábamos en la finca pública del Lugar Nuevo, donde la belleza del paisaje llega a su cenit y donde se encuentra la fauna más amenazada de Andalucía y de España, pasamos por Navalasno y el arroyo de los Santos antes de llegar por fin al Santuario de la Virgen de la Cabeza. 
Concluíamos allí un recorrido de unos 55 kilómetros que nos llevó aproximadamente 10 horas de camino, terminábamos exhaustos, pero satisfechos de haber recuperado unas vivencias y un camino perdido en la memoria colectiva de los montoreños.
NOTAS
(1) Al respecto de esta pujanza hay que tener en cuenta un dato clarificador; la Romería de la Virgen de la Fuensanta en el Valle del Corcomé, nunca coincidió con la Romería de la Cabeza, pues la Fuensanta se celebraba el 8 de septiembre, hasta que a finales del siglo XIX, pasó a celebrarse el último domingo de abril, coincidiendo desafortunadamente con la Romería Iliturgitana, por lo tanto; durante más de tres siglos no se restaban esplendor mutuamente ambas cofradías, coexistiendo perfectamente y compartiendo incluso los efectivos humanos que las integraban.
(2)ARANDA DONCEL, J. “La devoción a la Virgen de la Fuensanta en Montoro durante los siglos XVI al XX”,1997, pag. 27 y 28.
(3) Espero que caiga todo el peso de la ley sobre los culpables de este atropello al medio ambiente y al patrimonio histórico de nuestra ciudad.
(4) Todavía no he encontrado a nadie que me indique un documento anterior al siglo XX en que se denomine “Puente de las Donadas”.Ver revista de Feria de 2004, página 171.
(5) Cuya antigüedad se desconoce, pero del cual habla Leopodo Martínez y Reguera en su “Reseña Histórico-descriptiva de la noble, leal y patriótica de Montoro”, página 79. Edición de 1916. Sus palabras son las siguientes: “ Martín Gonzalo, que es el Manzanares de Montoro, punto de reunión de las lavanderas, sobre el cual hay un hermoso puente de piedra de 80 varas de largo y 7 de ancho, restaurado el año 1859”.
(6) Quisiera rescatar del olvido un texto que refiriéndose al montoreño pago del Charco del Novillo en 1801 dice textualmente: “La villa de Montoro, de pueblo reducido, ha llegado a ser de bastante extensión y mucha población, y de gentes pobres y escasas de vienes se ha pasado a ser rica y abundante. Toda su prosperidad y adelantamiento los deve a las lavores y plantíos de olivos y sus mejoras han sido tan rápidas que desde mediados del siglo último ha aumentado prodigiosamente este ramo de la agricultura; ha extendido sus plantaciones cinco y seis leguas dentro de su término y sierras, compite ya en la abundancia de sus aceytes con los principales pueblos de Andalucía y ha venido a ser uno de los más ricos de este Obispado”.III Encuentros de História Local Alto Guadalquivir. Coordinador Juan Aranda Doncel.1991.Página 258.
(7) Esta zona se erigió en el Marquesado de Monte Olivar por el Rey Carlos III en 1762. “Titulos de Castilla y Señoríos de Córdoba y su Reino”. Tomás Marquez de Castro, reedición Excma. Diputación Provincial. Colección de Estudios Codobeses nº20.1981. página 146.
(9) No quiero dejar de comentar los problemas que nos surgieron para poder franquear este control forestal, aunque una vez en la cancela el guarda nos permitió el paso, antes habíamos hablado con los funcionarios encargados de la finca del Lugar Nuevo y con los de la Agencia de Medio Ambiente de Jaén, encontrándonos solo negativas. Nosotros sabíamos que la cancela estaba ubicada en la Cañada Real de Extremadura de 75 metros de ancho, por lo que nadie, atendiendo a la vigente Ley de Vías Pecuarias nos podía prohibir el paso bajo ningún concepto, una vez allí íbamos a pasar por las buenas o por las malas, cortando la alambrada si hubiera sido necesario.

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