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martes, 25 de noviembre de 2014

Historia del Molino de Dos Torres de Montoro

Cortijo de Dos Torres. 2006. Fuente: Francisco Aguilar Pérez.
Rafael Valera Pérez.
Resumen: La intervención realizada ha servido para documentar la presencia de una atalaya medieval integrada en el Cortijo de Dos Torres (Montoro, Córdoba). También se han detectado otra serie de estructuras medievales y modernas formando parte del conjunto arquitectónico.

-Causas y objetivos de la Actividad Arqueológica
En cumplimiento del Reglamento de Actividades Arqueológicas (decreto 168/2003 de 17 de junio) y por encargo de la empresa AQUAVIR S.A. Realizamos la actividad arqueológica preventiva en el yacimiento denominado Cortijo de dos Torres, situado en la zona de afección de las obras de construcción de la Presa del Arenoso, en el término municipal de Montoro. 
La intervención se realizó entre los días 13 y 28 de diciembre de 2004. El yacimiento se ubica en el término municipal de Montoro (hoja 903, 1-4, del mTA e:1:10.000). el acceso al mismo se realiza a través de la carretera N-IV, comarcal CO-432 hasta Adamuz, carretera vecinal CV-217 hasta Algallarín y camino que une la carretera vecinal con la Co-414 y acceso al cortijo de las dos Torres. ocupa una superficie de 5.107 m2 sobre un cerrete de orientación norte-sur.

Desarrollo de la intervención
Tras una inspección del conjunto del cortijo constatamos la presencia de una única torre medieval, situada en el extremo norte del cortijo. Tal y como aparece en el proyecto de esta actividad se plantearon cuatro sondeos en el exterior del cortijo, con el fin de comprobar si existían estructuras soterradas relacionables con la torre. Los sondeos, de 2 x 10 m., se plantearon del siguiente modo:

Sondeo 1: ubicado en el lateral este del cortijo, prácticamente paralelo al muro de cierre de este costado del conjunto. Produjo resultados negativos.
Sondeo 2: se realizó en la zona sur del cortijo, siguiendo la pendiente, oeste-este, del cerro. los resultados obtenidos fueron negativos.
Sondeo 3: localizado en el ángulo suroeste del yacimiento, en dirección norte-sur. se localizó una escombrera de material constructivo (u.e. 163), procedente probablemente de la demolición del muro de cierre sur del cortijo para la construcción de las edificaciones contemporáneas de este sector.
Sondeo 4: se sitúa en el ángulo noroeste del área de intervención, en dirección norte-sur. No se localizó ningún tipo de resto de carácter arqueológico.
Horno junto al Molino de Dos Torres. 2006. Fuente: Francisco Aguilar Pérez.
Tras la realización de estos sondeos exteriores se procedió a la limpieza mecánica del patio interior, para desalojar la capa de estiércol procedente de la estabulación de ganado caprino. Hecho esto se procedió a plantear los cuatro sondeos interiores que aparecían en el proyecto. Estos sondeos, de 2 x 2 m, se trazaron del siguiente modo:
Sondeo 5: situado junto al cierre norte del patio, anexo a la estructura 076. Se localiza parte del suelo de losas de arenisca, trabadas con barro, que cubría el patio (u.e. 079), sobre el estrato de areniscas terciarias.
Sondeo 6: localizado en la zona centro – norte del patio; aparecen restos del enlosado (u.e. 079), sobre el estrato de areniscas geológicas.
Sondeo 7: se estableció en el lateral este del patio, junto a los muros 073 y 023. Quedan restos del enlosado (u.e. 079), sobre el estrato de areniscas geológicas. 
Sondeo 8: se sitúa en el ángulo sureste del patio y bajo el estrato de estiércol animal apareció parte del suelo de guijarros, realizado directamente sobre el estrato geológico de areniscas terciarias.
Terminados estos sondeos se procedió a la limpieza de las estructuras emergentes y al estudio de las estancias que conformaban dichas estructuras, integrando grupos estructurales con distinta funcionalidad y época de construcción.

-Secuencia estratigráfica 
Grupo estructural A1 
Formado por las uu.ee 006, 007, 008, 009, 010, 012, 013, 164, 165, 166 y 167. Conforman una torre de vigilancia medieval, al parecer maciza en origen, puesto que no quedan restos de vanos en ninguna de sus caras. está realizada en sillares de arenisca local (molinaza) calzados con guijarros y restos de tejas y ladrillo. las esquinas noroeste y nordeste están reforzadas por sillares mejor encuadrados, trabando mejor las distintas caras de la torre. 
Otro elemento singular que aparece en las caras este y norte son sendos desagües, situados en el centro de dichas caras y a la altura que estaría el suelo original de la terraza superior, actualmente cubierto por una techumbre piramidal de época posterior. La ausencia de este elemento en la cara oeste de la torre podría implicar que a este lado, también posiblemente hacia el sur, la torre conectaba con otras estructuras anexas, posiblemente un adarve o espacio abierto murado, para la guarda de ganados y enseres. 
Por otro lado, apoyando esta hipótesis, encontramos el arco ojival abierto en el muro 172, que continúa hacia el sur el muro oeste de la torre, y que constituiría el acceso a las estructuras antes mencionadas.
Cara sur de la torre, interior de la Prensa del Molino de Dos Torres. 2006. 
Grupo estructural A2
Está formado por las uu.ee siguientes: 015, 016, 017, 018, 025, 168, 169 y 171. se trata de actuaciones encaminadas a acondicionar la parte inferior de la torre medieval a un uso industrial, como prensa para la obtención de aceite, utilizando la propia torre como contrapeso de la misma. En los muros este, norte y oeste de la torre se refuerzan las partes bajas de las paredes, con estructuras realizadas en sillares de arenisca trabados con argamasa de cal, con un aspecto claramente diferenciado del resto de la obra de la torre. Al interior se ahueca el tramo inferior de la torre, sosteniendo el relleno superior mediante una estructura de vigas de madera (u.e. 014) que apoya en dos muretes adosados a los muros este y oeste de la torre. sobre las vigas de madera se aprecian las marcas del travesaño de la prensa. en el suelo se aprecia una muesca en forma de cruz para el apoyo de algún tipo de pie derecho que sostuviese el travesaño anteriormente señalado. 
Restos de una antigua presa sobre el arroyo.
El acceso a esta estancia se realizaría a través de la puerta, de pequeñas dimensiones, abierta en el muro norte y con dintel de madera. este acceso, que como el resto del grupo estructural hemos fechado en el siglo XVII, fue tapiado posteriormente, cuando el cortijo se amplió y se reorganizaron los accesos a las distintas estancias. en el arroyo que discurre al este del cerro del cortijo se localizó, durante la prospección del entorno, un conjunto de tres estructuras murarias. La función de estas construcciones sería represar el agua del cauce, para su uso, posiblemente industrial, por parte de los ocupantes del cortijo. 

-Evolución del yacimiento
FASE 1(siglos XIV – XV) 
Como queda dicho más arriba, los primeros restos arquitectónicos destacables pertenecen a una construcción fortificada de época medieval. La tipología de la torre, de planta cuadrada, así como el aparejo empleado, llevan a plantear la fecha de ejecución en torno al siglo XIV. Esta torre no presenta ningún vano y aparece maciza-da, por lo que el acceso a su planta superior debió hacerse mediante escala de madera. 
Para dar mayor consistencia a la zona de las esquinas aquí el aparejo es de sillares mejor encuadrados y enlaza los dos lados de cada esquina. Centrados en la parte superior de los laterales este y norte aparecen sendos desagües, que debían servir para evitar que el agua se acumulase en la terraza superior. Por su ubicación en un cerro que mira hacia el sur y por la altura a la que se eleva, la torre estaba perfectamente establecida para dominar y controlar todo el tramo inferior del cauce del río Arenoso, hasta su desembocadura en el Guadalquivir. Así, mientras que al norte, al este y al oeste, la cuenca visual desde la torre es limitada, en su lado meridional esta se amplía considerablemente, siguiendo la pendiente de la sierra hacia el valle del Guadalquivir.
Escasos restos quedan adscribibles a estructuras medievales anexas a la torre (u.e. 172, u.e. 037) dan fe de un complejo medieval mayor de lo que ha llegado a nosotros, y que bien pudiera hacer honor al nombre del lugar y contar con alguna torre más. Las estructuras murarias de esta fase se caracterizan por el uso de la piedra, en forma de sillar o sillarejo. 
Grafias alusivas a las reformes del S.XVII en el molino

FASE 2 (siglos XVI – XVIII) 
Probablemente, desde un primer momento, a la función militar o de vigilancia se unió, en este espacio, a otra relacionada con labores agrarias. Con el tiempo esta función iría ganando espacio a la primigenia y el conjunto se fue remodelando para adaptarse a estos nuevos usos. Fruto de estos nuevos usos son las remodelaciones que se producen en la propia torre, que es vaciada en su parte inferior para acoger el mecanismo de una prensa de aceite, para la que el cuerpo de la torre actuaría como contrapeso.

FASE 3 (siglos XVIII – ppios. del XX) 
En esta fase los materiales que dominan en las fábricas son el tapial y el mampuesto. en este momento se documenta la primera estructura de habitación del yacimiento, lo que supone un uso más continuado de las estructuras de producción, diversificando las actividades, a partir del molino y prensa de aceite. Esta diversificación se materializó en un aumento del ganado con el que se trabajaba en el cortijo, así como la presencia de espacios destinados específicamente a gallineros. 

FASE 4 (segunda mitad siglo XX) 
En este momento el tipo de actividad se mantiene como en la fase anterior. La ruina de estructuras anteriores obliga a levantar nuevas estructuras o reaprovechar otras preexistentes. En esta fase el cortijo ha sido, principalmente, un espacio para la guarda de ganado (como atestigua el estrato de estiércol que cubre todo el patio y alguna de las estancias) y almacén para recoger las herramientas necesarias para la recolección de la aceituna.
Arco apuntado anexo a la Torre. 2006. Fuente: Francisco Aguilar Pérez.

-Interpretación de la Atalaya del Cortijo de las Dos Torres
Periodo histórico
Como queda dicho más arriba, los primeros restos arquitectónicos destacables pertenecen a una construcción fortificada de época medieval. La tipología de la torre, de planta cuadrada, así como el aparejo empleado, llevan a plantear la fecha de ejecución en torno al siglo XIV. En este periodo, políticamente bastante instable, el territorio de Montoro se vio sacudido por distintos enfrentamientos civiles. Así, en el enfrentamiento mantenido entre el rey Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara, los que eran señores de Montoro, la familia Godoy, fueron despojados del título que pasó a manos de Martín Sánchez de Valenzuela. También en tiempos de las revueltas entre el rey enrique IV y el infante Don Alfonso hubo enfrentamientos en esta zona; en esta ocasión los partidarios del rey, encabezados por el Conde de Cabra, don Pedro Fernández de Córdoba, se apoderaron de la fortaleza de Montoro. Posiblemente a lo largo de este convulso periodo se edificase la torre que nos ocupa. 

Funcionalidad 
Esta torre no presenta ningún vano y aparece macizada, por lo que el acceso a su planta superior debió hacerse mediante escala de madera o de cuerda. Esta característica nos incita a creer que el uso fundamental de la torre era el de almenara o atalaya, para controlar y comunicar los movimientos enemigos en todo el cauce inferior del río Arenoso, vía natural de acceso al norte de la provincia, en dirección a la meseta. la comunicación de cualquier eventualidad se realizaría a través de luces o ahumadas, para lo cual era necesaria la ausencia de materiales combustibles en la fábrica de la torre. 
Así en la terraza superior de la torre se acumulaba una cantidad de combustible que era incendiado en función del mensaje que se quisiese hacer llegar al propio bando. Por su ubicación en un cerro que mira hacia el sur y por la altura a la que se eleva, la torre estaba perfectamente establecida para dominar y controlar todo el tramo inferior del cauce del río Arenoso, hasta su desembocadura en el Guadalquivir. Mientras que al norte, al este y al oeste, la cuenca visual desde la torre es limitada, en su lado meridional esta se amplía considerablemente, siguiendo la pendiente de la sierra hacia el valle del Guadalquivir. 
Plano por fases históricas del Molino de Dos Torres. 
Características 
La funcionalidad de almenara o atalaya define también la estructura propia de la torre. Al usarse sólo puntualmente para la vigilancia, las estructuras de habitación son prescindibles a cambio de conseguir una mayor solidez en la construcción. Con este fin la torre se edificó maciza. Para dar mayor consistencia a la zona de las esquinas aquí el aparejo es de sillares mejor encuadrados y enlaza los dos lados de cada esquina. Centrados en la parte superior de los laterales este y norte aparecen sendos desagües, que debían servir para evitar que el agua se acumulase en la terraza superior. 
El aparejo es de sillares de piedra arenisca rojiza local, conocida como molinaza. Se trata de un tipo de piedra extraordinariamente abundante en la zona comprendida entre Andujar y Adamuz, como se puede apreciar en los principales edificios históricos, tanto de estas localidades como de Montoro. se trata de una piedra dura pero que, como todas las areniscas, es bastante fácil de trabajar. Esta es la razón por la que en esta torre encontramos sillares bastante bien encuadrados en lugar del sillarejo de otras torres similares construidas con piedras más duras (calizas sobre todo) de más complicada labra. 
Cara norte de la torre y dibujo de los materiales que la componen.
Vista exterior de la Torre. 2006. Fuente: Francisco Aguilar. 
BIBLIOGRAFÍA
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Escobar, J. M. Córdoba en la Baja Edad Media, Córdoba, 1989. Mora Figueroa, L. Glosario de arquitectura defensiva medieval, Cádiz, 1994. 
Ramirez Casas Deza, L. Mª. Corografía histórico-estadística de la provincia y obispado de Córdoba, Córdoba, 1986. 
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