Una fotografía, una historia: La Plaza del Charco a principios del S.XX

Plaza del Charco a principios del S.XX. Montoro, Córdoba
Fuente: Fototeca Pasión por Montoro

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Título de la fotografía: Plaza del Charco a principios del SX
Fuente: Archivo Privado
Autor: Desconocido
Fecha: Inicios del S.XX

Descripción: Las plazas son el centro por excelencia de la vida urbana. En ellas se concentran gran cantidad de actividades sociales, comerciales y culturales. Las funciones simbólicas, tanto políticas como religiosas son de gran importancia en estos espacios, siendo elegidas para la celebración de coronaciones, ejecuciones, manifestaciones, procesiones y un largo etcétera de actividades. La Plaza del Charco de Montoro es una verdadera desembocadura de calles, por la parte superior la Calle El Santo, la Calle Córdoba y la Calle Molino, por la parte inferior nos llegarán otras cuantas calles: Plaza de Abastos, Calle Salazar, Calle Córdoba y Herrerías. 

Como podemos observar en esta fotografía incluida en la Fototeca Pasión por Montoro, la percepción de la Plaza del Charco dista bastante de la actual. Para comenzar centraremos nuestra atención en la actual Plaza de las Hijas de la Caridad, por aquel entonces denominada Plazuela del Humo. Este nombre popular lo recibió debido a que en dicha manzana se establecieron distintos establecimientos, desde un honor de pan a una carnicería, pasando por una churrería. Sin lugar a duda era un punto comercial de importancia. Estos edificios serían derribados posteriormente dejando un espacio mucho más amplio y más acorde con las necesidades de la época.

Postal de la Plaza del Charco a finales del XIX.
Fuente: Fototeca Pasión por Montoro

Las postales de Roa Rus sobre Montoro son unos de los mejores testimonios gráficos conservados hasta el momento de finales del S.XIX. En esta ocasión mostramos una de las postales de la actual Plaza de El Charco, como vemos esta plaza ha experimentado algunos cambios en su nomenclatura. Desde el S.XVI se tiene constancia de que es conocida como Plaza del Charco, desde 1863 hasta 1968 aproximadamente es conocida como Plaza de Isabel II, desde 1968 hasta 1975 aproximadamente sería conocida como Plaza de Alfonso XII. En esta ocasión la fotografía centrará la atención en la parte izquierda de nuestra popular Plaza. Un gran toldo cubrirá parte de la fachada del actual Casino. Uno de los elementos más significativos y propios de la época es la total ausencia de automóviles. Por aquel entonces la presencia de este tipo de vehículos era reducidísima, abundando los vehículos de tracción animal. Las diferencias de clases queda palpable tanto en la postal de Roa Rus como en la otra imagen de inicios del XX. En el primer ejemplo nos aparece un señor con sombrero y traje de chaqueta, que pudiera ser un adinerado. En cambio en el segundo plano nos aparecen una serie de jóvenes con una indumentaria característica de la época y algo desaguisados. En la primera toma se puede apreciar más cantidad de público en la plaza y ya comienzan a aparecer algunos vehículos. En los rostros de los fotografiados se puede observar la expresión de sorpresa, dado la practica ausencia de cámaras fotográficas en aquella época.

Fachada de la Parroquia del Carmen. Autor: Diego Angulo
Fuente: Fototeca Universidad de Sevilla

Si hablamos de la Plaza del Charco no podremos dejar de lado uno de los edificios con más solera, el templo parroquial de Nuestra Señora del Carmen. Su fachada nos muestra uno de los elementos mas característicos de las edificaciones montoreñas, la molinaza. 

La fachada aparece dividida en tres sectores separados por pilastras de orden gigante. El sector central presenta un hastial con frontón triangular y óculo en el remate, que genera un tejado a dos aguas, mientras los sectores laterales generan una cubierta a una sola vertiente. En el sector central se inscribe una elegante portada de dos cuerpos, datada en 1718 y realizada en piedra caliza más clara que la empleada en el resto de la fachada. El primer cuerpo está formado por un arco de medio punto con dos arquivoltas jalonado con pilastras adosadas con capitel toscano que soportan un sencillo entablamento, con arquitrabe y friso liso. El clasicismo de esta estructura es contrarrestado por la decoración arquitectónica, que se concentra en las enjutas del arco, a base de turgentes motivos vegetales. La hornacina cobija la imagen en piedra de San Juan de la Cruz. A ambos lados de este segundo cuerpo se abren sendos vanos adintelados con remate triangular.

Sin lugar a dudas nos encontramos ante una fotografía de otro tiempo, que es capaz de embalsamar ese estilo propio de finales del S.XX Igualmente es de gran interés el Kiosko, que con su curiosa estética llama la atención del receptor. Como observamos en esta época no existían naranjos, ya que la vegetación en la Plaza del Charco ha sido bastante diversas a lo largo de los años.