LO MEJOR DE LA SEMANA

domingo, 21 de abril de 2013

Biografía de Don Manuel Aguilar Benítez: Presidente-Fundador de la Cofradía del Stmo. Cristo de las Penas. Montoreño amante de la cultura, tradiciones y arte de su Ciudad.

Manuel Aguilar Benítez junto a el hispanista René Taylor comiendo en casa de Manuel Aguilar.
Fuente: Archivo Hermanos Aguilar Pérez. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO

Manuel Aguilar Benítez, nace en Montoro en el 20 noviembre de 1930 en la Plaza de España y muere 9 de abril de 1999. Sus padres fueron don Pedro Aguilar Novillo que fue Alcalde de Montoro en dos ocasiones por el Partido Socialista Obrero Español y propietario del recordado comercio “El Arco”, en nuestra Plaza Mayor, su madre fue doña Valentina Benítez Vacas, él natural de Quintanar de la Orden (Toledo) y ella de Montoro. Se casó en la ermita de San Sebastián de Montoro el 16 de diciembre de 1966 con María Pérez Moreno, con la que tuvo dos hijos.
Banda de Música de Montoro en 1948. En el centro con la flauta aparece Manuel Aguilar Benítez.
Fuente: Archivo Hermanos Aguilar Pérez. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO

Cursó estudios de primaria y de bachillerato en Montoro y más tarde en la Universidad Complutense de Madrid, donde estudió Derecho (1949-1954). Compatibilizó sus estudios con la participación activa y fundación en 1952 de la Tuna Universitaria de Derecho y su posterior puesta en funcionamiento, facilitada en gran parte por su sólida formación musical recibida de manos del COMPOSITOR y músico montoreño don Juan Mohedo Canales y de su participación en la Banda de Música de Montoro. Realizó numerosos viajes por España y otros países con “su” Tuna Derecho. 

Su actividad profesional como jurista, la realizó fundamentalmente en Montoro durante más de 40 años, siendo secretario de nuestro Ayuntamiento y concejal por algún tiempo. Fue Delegado del Colegio de Abogados de Córdoba en el Partido Judicial de Montoro. 

Manuel Aguilar junto con compañeros y alumnos en la Escuela de Aprendizaje Industrial de Montoro (FP)
Fuente: Archivo Hermanos Aguilar Pérez. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO

En el campo educativo, desarrolló su labor docente durante más de 30 años, como profesor de Formación Profesional en los Institutos de Bujalance, Peñarroya-Pueblonuevo y Montoro. En su ciudad natal impartió clases en los Instituto Santos Isasa y Antonio Galán Acosta, por tanto fue profesor de varias generaciones de montoreños, generando innumerables anécdotas en el plano personal y docente, siendo corroboradas y recordadas por todos sus alumnos.
Esta doble actividad educativa y jurista queda enriquecida por su entusiasmo por el mundo de la cultura, poseyendo una de las bibliotecas más completas referentes a temas montoreños. 


El lugar de nacimiento es fundamental para Manuel Aguilar, su identidad montoreña es la enseña que de alguna manera constituye el denominador común en su dilatada actividad. Allá donde fuera Montoro salía siempre a relucir, pretendiendo en todo momento interesar a todo el mundo por su ciudad natal. Con bastante frecuencia asistía a congresos de historia y arte, con toda persona que contactaba del mundo de la investigación o de la cultura procuraba o interesarlo en un tema de Montoro, o que visitara Montoro.
Un ejemplo es la visita que realizó a mediados de los ochenta del siglo pasado el insigne hispanista y director del Museo de Arte de Ponce en Puerto Rico (EEUU), René Taylor, él contribuyó a que viniera a Montoro hasta lograr interesarlo por Montoro y su patrimonio histórico, pero sobre todo por sus retablos, donde este hispanista era un reconocido especialista. René Taylor en una de sus visitas a Montoro descubrió la autoría del retablo mayor de la Parroquia del Carmen, que por su estilo y ejecución atribuyó al portugués Cayetano da Costa, más tarde descubrió su firma en los tableros posteriores del mismo retablo. Este hispanista fue el máximo especialista mundial en la obra de arquitecto, imaginero, escultor- retablistas Francisco Hurtado Izquierdo, atribuyéndole la autoría del desaparecido y magnífico retablo mayor de la Parroquia de San Bartolomé.

Ensayo para la reorganización de los Antiquisimos Coros de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Montoro en la Casa de
Manuel Aguilar Benítez en 1984. Fuente: Archivo Hermanos Aguilar Pérez. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO

Otro ejemplo a destacar fue la visita de la musicóloga Cristina Argenta, que incluso se desplazó a Montoro con un equipo de RNE para grabar el programa “Tradición oral”, y dar a conocer los hasta entonces desconocidos “Antiquísimos Coros de Nuestro Padre Jesús Nazareno”, en una grabación memorable en la Iglesia de Santa Maria del Castillo de la Mota. Fue este montoreño uno de los impulsores fundamentales y definitivos, aunque no reconocidos de nuestros genuinos Coros de Semana Santa, colocándolos en el justo valor musical, histórico y tradicional que se merecen.
Promovió el reconocimiento por parte de la ciudadanía montoreña de su compañero de parvulario don Miguel Romero Esteo, importante dramaturgo nacido en Montoro y premio Andalucía de Teatro, que incluso fue nominado para obtener el Premio Nobel por su colosal y magistral obra de teatro “Tartessos”. Este reconocimiento se plasmó en el rótulo de una de nuestras calles, también promovida por nuestro biografiado. Luego vendría la rotulación del Teatro Municipal mucho más tarde.
Vista de la Calle Postigo de Montoro en los años sesenta.
Fuente: Archivo Familia Diego Muñoz-Cobo.
Fue miembro fundador de la Comisión Local de Patrimonio Histórico-Artístico, que consiguió que gran parte de Montoro fuera declarado “Conjunto Histórico-Artístico” en 1969, siendo la primera ciudad de Andalucía en obtenerlo, facilitando de esta forma que se reconocieran las peculiares arquitectónicas de Montoro. Fue en este proceso una de las piezas fundamentales para transmitir a las autoridades de la época esta motivación, no descansando hasta que se consiguió tan ansiado título.

Participó activamente en la celebración del Homenaje tributado por el Excmo. Ayuntamiento de Montoro al poeta Antón de Montoro, natural de la entonces villa montoreña en el V Centenario de su muerte en 1977. 

Acompaña en sus numerosas visitas a Montoro a su amigo don Juan Bernier Luque, uno de los mejores exponentes de la cultura en la provincia de Córdoba de aquella época, compartiendo con él el entusiasmo por Montoro, pues Bernier supo captar desde el primer momento y perfectamente la grandeza que encierra Montoro, como escribió en uno de sus celebres artículo periodísticos.
El pintor don Antonio Rodriguez Luna y su hijo Daniel en la casa de Manuel Aguilar en 1982
Fuente: Archivo Hermanos Aguilar Pérez. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO

Intervino de forma decisiva en 1982 cuando el universal pintor montoreño exiliado en Méjico, don Antonio Rodríguez Luna, donó al pueblo de Montoro su biblioteca personal y los cuadros que componen actualmente su museo, así como en todas las conversaciones encaminadas a este fin. Los cuadros se exponen desde entonces en la antigua Iglesia de San Jacinto de la popular plaza del Charco, bajo proyecto de adaptación del arquitecto don Daniel Rodríguez, hijo del pintor. No ocurre de igual forma con la magnifica biblioteca y su mobiliario, que se encontraban hasta hace poco en los sótanos del Ayuntamiento sin catalogar y en pésimas condiciones de conservación. 
Manuel Aguilar con los organizadores de los cursos de verano de
Priego sobre el  Barroco. Jesus Ribas Carmona y Manuel
Peláez del Rosal  en Montoro en 1985. Fuente: Hnos Aguilar Pérez

Contacta con varios historiadores y especialista en arte, para que se interesen, escriban o den conferencias sobre Montoro, como pueden ser bien elocuentes los ejemplo de Ángel Aroca Lara, Manuel Peláez del Rosal, Jesús Rivas Carmona, Juan Aranda Doncel o el ya mencionado René Taylor.
Mantiene amistad y correspondencia con la pintora Londinense Fedra Abdul Wahab, más conocida como “Beppo”, a la cual acompañó en sus paseos por los genuinos paisajes del olivar montoreños, facilitando que la paleta de la pintora captase las luces y colores de nuestra incomparable Sierra, plasmados en originales e irrepetibles cuadros de una belleza sobrecogedora.
Atesoró a lo largo de su vida, pero sobre todo en los años ochenta del siglo pasado, una de las mejores colecciones de imágenes (sobre todo diapositivas), que hacen especial hincapié en la historia material y las tradiciones montoreñas. Desarrolló por tanto una incansable labor de recopilación e investigación de textos históricos e imágenes antiguas, que hoy con el paso del tiempo son imprescindibles para valorar lo que desgraciadamente ha perdido irremisiblemente Montoro en las últimas décadas. Como ejemplos pueden citarse los expolios arquitectónicos en nuestra Sierra e incluso en el mismo casco urbano de Montoro y que han pasado a engrosar colecciones privadas de desaprensivos, que de otra manera no hubieran dejado ni huella de sus ubicaciones originales en el solar montoreño. El caso del incomparable Molino de San Camilo de Lelis en el Charco del Novillo, la Iglesia de los Remedios de Villaverde o la popular ermita de San Roque en el Retamar, así lo atestiguan, por poner solo algunos ejemplos.
Nave central de la Ermita de San Roque a inicios de los 90
Fuente: Archivo Hnos. Aguilar Pérez
Acompañó y asesoró a la profesora malagueña y Titular de Geografía e Historia en la Universidad del País Vasco, doña Gema Florido Trujillo  por la Sierra de Montoro y sus genuinas Caserías construidas en piedra molinaza, edificaciones sin parangón en el contexto andaluz y español. Esta señora es autora entre otros títulos del libro “Habitat rural y gran explotación en la depresión del Guadalquivir”, publicado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía en 1996, revulsivo de la visión que hasta ese momento se tenía de la Geografía Agraria en Andalucía y que puso en su justo valor a las Caserías y Molinos aceituneros del término municipal de Montoro, clasificándolas aparte por su calidad constructiva, número y ubicación, poniéndolas al nivel de las haciendas sevillanas y jerezanas, pero con unas peculiaridades propias e irrepetibles.
Trabaja incansablemente en la década de los ochenta en la recuperación de la tradición secular de los “Antiquísimos Coros de Nuestro Padre Jesús Nazareno”, joya del patrimonio musical de nuestra Semana Santa y de Montoro, así como de todos sus cantos. Una vez recuperados y valorados en su verdadera dimensión, fue su presentador en aquellos actos importantes a los que acudían, bosquejando unos estudios sobre los mismos que han sido la base para comprenderlos y valorarlos, de los que han bebido estudios posteriores.

Estreno de la Marcha  Cristo de la Salud, de D. Luis Bedmar
en el pregón 1998. Fuente: Archivo Hnos. Aguilar Pérez.

Dentro del movimiento cofrade interviene activamente en la fundación de la Cofradía de los “Estudiantes” en 1948, y en 1962 en la “Cofradía del Stmo. Cristo de las Penas”, de la cual ejerce su presidencia durante más de tres décadas, siendo su ideólogo en gran medida. Por otra parte jugó un papel fundamental en la declaración de la Semana Santa montoreña con el título de “Semana Santa de Interés Turístico Nacional de Andalucía”, en 1998, pues los libros impulsados por él fueron pilares decisivos para dicho nombramiento.
Impartió varias conferencias sobre diferentes temas montoreños, sobre todo en centros escolares y en la conmemoración de efemérides importantes, como pueden ser sobre la riqueza artística e histórica de la Parroquia de San Bartolomé, haciendo hincapié en el estudio de su soberbia portada plateresca que da a la plaza de España o la celebración del Centenario de la Parroquia del Carmen en 1990, en que evocó el devenir histórico y artístico de este templo montoreño mediante la lectura de textos inéditos de su fundación. 

Así mismo, fue el presentador en numerosas ocasiones de la “Asociación Músico Cultura Juan Mohedo Canales” más conocida con Banda de Música de Montoro, haciendo unos recorridos por el devenir histórico y musical de nuestra banda, donde se entrevía su profunda cultura musical. Fue la voz de los montoreños en todos los programas televisivos a los que fue requerido.
Libros en los que participó Manuel Aguilar Benítez
Fue propuesto por varios alcaldes montoreños para ser Cronista Oficial de la ciudad, negándose a ello argumentando que esos puestos deben de estar ocupados por especialista en la materia, es decir historiadores, pues solo ellos pueden captar en su verdadera dimensión la importancia que encierra Montoro en sus diversos aspectos, además solo ellos con su dedicación y buen hacer, pueden poner a Montoro en el puesto que por historia, arte e idiosincrasia se merece. 
Impulsó y participó con su amigo don Juan Aranda Doncel, en la edición de algunos libros sobre temática montoreños, como pueden ser; 
- Historia de la Semana Santa de Montoro. Siglos XVI al XX (1993).Juan Aranda Doncel. 
- El Convento de San Juan de la Cruz de Montoro. Estudio histórico-artístico (1997).Juan Aranda Doncel y Juan Dobado Fernández. 
- La devoción a la Virgen de la Fuensanta en Montoro durante los siglos XVI al XX. Juan Aranda Doncel (1997). 
- I Álbum de fotografía antigua de la Semana Santa de Montoro (1999). 
- Cultura y órdenes religiosas en Andalucía durante la edad Moderna. La biblioteca de los carmelitas descalzos de Montoro. Juan Aranda Doncel y Antonio Flores Muñoz (2000). 
- Su muerte repentina dejó en el tintero otros libros en proyecto, como pueden ser; uno sobre la “Historia del Hospital de Jesús Nazareno en el tercer centenario de su fundación por el Cardenal Salazar” u otro sobre la “Heráldica montoreña”, en ambos ya había involucrado a especialistas en estas materias y se estaba realizando la recopilación de información.
Tarjeta de invitación al Homenaje realizado a Manuel Aguilar Benítez en la Parroquia del Carmen de Montoro.
El Excmo. Ayuntamiento de Montoro y la Cofradía del Carmen el día 15 de diciembre de 2000, le tributó un homenaje póstumo en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, siendo presentado el libro; “Cultura y órdenes religiosas en Andalucía durante la edad Moderna. La biblioteca de los carmelitas descalzos de Montoro” , promovido por él. En este acto su buen amigo don Juan Aranda Doncel hizo una semblanza sobre Manuel Aguilar Benítez y su especial relación con Montoro, dedicando dicho libro a su memoria. A su vez actuó el “Antiquísimo Coro de Nuestro Padre Jesús Nazareno”, interpretando el “Et Erexit”, único acto de este tipo donde a participado el Coro, seguidamente su también buen amigo don Manuel García Palma, hermano del Coro, le dedicó unas emocionadas palabras de agradecimiento por sus desvelos con esta asociación religiosa, actual orgullo de todos los montoreños. 

Nota => Esta biografía está basada en la semblanza que hizo don Juan Aranda Doncel en el homenaje que le tributó el Excmo. Ayuntamiento de Montoro y la Cofradía de la Virgen del Carmen, el día 15 de diciembre de 2000, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Montoro.

2 comentarios :

  1. Juan García Pérez22 de abril de 2013, 21:04

    Muy merecido este reconocimiento a Manuel Aguilar, verdaderamente él sentía esa PASIÓN POR MONTORO. Era un espíritu libre que siempre defendió sus ideas y su forma de pensar. Si no fuera por él en muchos casos muchos de los bienes de nuestro patrimonio actual habrían desaparecido y otros habrían pasado a manos privadas.

    Muy buena idea la de mostrarnos esta biografía. Enhorabuena por tu página, da gusto conocer la historia de Montoro a través de este medio.

    Un saludo

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  2. Manolo Ruiz Hortelano24 de abril de 2013, 13:19

    Ya era hora de que alguien se acordase de Don Manuel, fue profesor mío hace ya varias décadas. Un profesor que guardo con mucho cariño en mi retina. Un gran montoreño que merece todo mi respeto porque siempre estuvo pendiente de nuestra historia y cultura.

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