El triunfo de San Rafael de Montoro. Su leyenda negra.

Triunfo de San Rafael de Montoro. Años 30?. Fototeca Pasión por Montoro

José Ortiz García

Cronista Oficial de Montoro
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Una de las referencias arquitectónicas en las que el viajero que llega a esta localidad se fija en el momento que cruza los umbrales de la parte inicial de la C/ Corredera es en la Parroquia de San Bartolomé. Entre sus pétreos muros de piedra sustenta en un lateral, casi sin llamar la atención, un triunfo dedicado a San Rafael que muchos han especulado del uso del mismo, llegando a inferirse barbaridades como que en las propias tapias de la iglesia se llegó a ejecutar por el Santo Oficio de la Inquisición a reclusos de índole hereje en el término de la llamada pena por “Relajación”.

Nunca se llegó a utilizar este lugar para esta causa, aunque las escaleras que parten desde el interior de la Sacristía del siglo XVI de San Bartolomé, eran de uso sacerdotal con el fin de proceder a autos sacramentales, pregones y sermones de carácter público por la estrechez de la iglesia ante actos multitudinarios como fiestas patronales, Semana Santa o celebración del Santísimo Sacramento con la andanada de la tarasca grifalácea que se procesionaba.

Triunfo de San Rafael de Montoro en los años veinte.
Fuente: recorte de prensa. Fototeca Pasión por Montoro

El Gancho que se ve en la parte superior no era de peso de trigo, sino de garrucha para la elevación de los sillares e imagen de una pieza de San Rafael, aunque hay quien piensa que también se disponían en ese lugar los Sambenitos o trajes de mofa inquisitoriales. Sea cual fuere, no se trata de una horca ni mucho menos, ya que el patíbulo público se colocaba en la parte opuesta de la parroquia según las cuentas munícipes.

El altar se manda construir por el vicario de Montoro, D. Juan Antonio del Peral y Buenrrostro, el cual lega una cantidad monetaria para el levantamiento de un altar a San Rafael en la propia parroquia, el que se construyó entre los años 1799 – 1802. 

Este triunfo es el que sirve para nominar la posada que se habilitó para arrieros en la plaza y de cuyo nombre todo el mundo se recuerda: Posada de San Rafael. Don Juan Antonio del Peral y Buenrrostro falleció el 30 de noviembre de 1802. No sabemos que fue la enfermedad que ocasionó la muerte del religioso, pero todo parece indicar que fue una muerte súbita según consta en la sesión capitular del 3 de diciembre del mismo año . 

Triunfo de San Rafael a inicios de los años sesenta. Fuente: Archivo Diputación de Córdoba.

En esta se hace un auto para que el albacea testamentario del religioso devuelva la llave al consistorio del arca de la Insaculación, pues al tener la misma tres llaves no podían celebrar la elección de nuevos cargos. Al final el nuevo vicario, don Juan Antonio Canales, recibió el cargo de sucesor del fallecido pasando a abrir el arca el 6 de diciembre del año en cuestión .

Se encuentra sepultado, por petición suya testamentaria, en las espaldas de la ermita de San Juan de Letrán con una sencilla lápida que refleja que descansan los restos del Ilustre vicario y fundador del Colegio de Niñas Educandas.

Triunfo de San Rafael en la actualidad
Fuente: Flora Almansa

Detalle de la imagen de San Rafael
Fuente: Pedro J. Delgado