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martes, 17 de marzo de 2015

La antigua imagen de Ntra. Sra. de las Angustias de Montoro

Ntra. Sra. de las Angustias de Montoro. Fuente: Fco. Aguilar Pérez. Fototeca Pasion por Montoro
José León Solís
El presente trabajo pretende alcanzar una aproximación del momento iconográfico representativo de la antigua imagen de Nuestra Señora de las Angustias de Montoro.
La segunda cofradía pasionista de Montoro, en orden de fundación, es la de la Soledad de Nuestra Señora o Quinta Angustia constituida en el tercer cuarto del siglo XVI, pasando a denominarse a partir del siglo XVIII Cofradía del Santo Entierro. Sus hermanos, en la procesión del Viernes Santo, practicaban la disciplina pública acompañados por los hermanos de luz; por lo que las normas para la práctica de la disciplina que se contenían en sus  Reglas, que no se han conservado, no diferirían  en su esencia de las contenidas en las Reglas  de la Cofradía de la Vera Cruz de Montoro de 1554.
Con la destrucción de las imágenes de la Cofradía en los desgraciados sucesos de julio de 1936, el Viernes Santo montoreño sufrió una dura pérdida teniendo que reorganizarse en los años posteriores. Siendo este un factor determinante para la fundación en el año 1948 de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y en el año 1955 de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, cofradías fusionadas en el año 1991 siendo Hermano Mayor Don Manuel Cachinero Navarro, que con la actual Cofradía Sacramental del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad, ahondan sus raíces en el tronco común de la Cofradía de la Soledad de Nuestra Señora o Quinta Angustia. 
En la ermita de San Sebastián tenia lugar en la tarde del Viernes Santo el Sermón de las Siete Palabras o Sermón del Descendimiento.  Acto representativo del Misterio de la Pasión en el que Cristo es desenclavado y descendido de la Cruz. La devoción al Descendimiento de Cristo en la Cruz nace con fuerza en el siglo XIII con el franciscano San Buenaventura, haciéndose más patente a partir de sus obras Oficio de Pasión y Meditación de Jesucristo. A la mística franciscana se une la jesuística de San Ignacio de Loyola a través de sus Ejercicios Espirituales anteriores al Concilio de Trento. Esta devoción también cobró fuerza a partir del siglo XVI Montoro. 
Última fotografía de Ntra. Sra. de las Angustias en procesión antes de su destrucción. 1934
Tarde de Viernes Santo, en la ermita de San Sebastián, tiene lugar el acto del Descendimiento de Cristo muerto desde la Cruz del Paso de los Santo Varones. El predicador  pronuncia las últimas siete palabras de Cristo en la cruz: 
Padre: Perdónalos porque no saben lo que hacen. Lucas 23,24
Yo te aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23,43
Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu Madre. Juan 19, 26-27
Dios Mío Dios Mío, ¿Por qué me has abandonado? Marcos 15,34
¡Tengo sed! Juan 19,28
Todo está consumado. Juan 19,30
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Lucas 23,46
Terminadas las palabras de consumación de la Redención pronunciadas por el predicador, junto a los  clérigos presentes, en un profundo silencio y con lágrimas de dolor, depositan a Cristo Muerto en las manos  de la Virgen dolorosa, para dar inicio a la procesión del Viernes Santo. Abre el cortejo el Santísimo Cristo de la Misericordia, le sigue el Paso de los Santos Varones  con José de Arimatea y Nicodemo a los pies de la Cruz vacía, cerrando el cortejo Nuestra Señora de las Angustias con Cristo muerto en su regazo.
En los iniciales años de la fundación de la Cofradía la procesión iba encabezado por un crucifijo acompañado por el clero seguido de los hermanos de luz, cerrando el cortejo los hermanos de disciplina. 
A partir del siglo XVII se introducen en la procesión la imagen de la Dolorosa, el Santísimo Cristo de la Misericordia y el Descendimiento, conocido popularmente como de los Santos Varones. 
En el año 1895 se incorpora al cortejo la imagen de Nuestra Señora de la Soledad venerada en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y la nueva imagen de Cristo Yacente, destruida en 1936,  de Joseph Reixach y la urna de plata. Año en el que se altera el orden siguiendo al Paso del Descendimiento la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, el Santo Sepulcro, cerrando el cortejo la imagen de Nuestra Señora de la Soledad. Por tanto hasta el año 1895 no se procesionaba en Montoro  ninguna imagen de Cristo Yacente en el Sepulcro. 
Ntra. Sra. de las Angustias en la Iglesia de San Sebastián. 
La imagen de Cristo yacente, con anatomía articulada, con el que se representaba el Sermón del Descendimiento, pertenecía al grupo escultórico del Descendimiento o de los Santos Varones, que se veneraba en la iglesia de Santiago, siendo trasladado, conocido en la época como mudar las Insignias, el Miércoles Santo a la ermita de San Sebastián. 
Concluido el Sermón del Descendimiento, la imagen de Cristo Yacente se depositaba en las haldas de la Virgen para la procesión. El paso de los Santos Varones itineraba en la procesión con la cruz vacía y a sus pies los Santos Varones. La ausencia durante la procesión de la imagen de Cristo en la Cruz quizás sea la causa de que no se tomarán fotografías de este grupo escultórico, al menos no se conocen hasta la fecha. 
Las imágenes de las Dolorosas tuvieron su inicio advocador,  fundamentalmente en el siglo XVII, época de esplendor del barroco.  Dentro de este tipo general destacan los modelos de las Angustias o Piedad y la Soledad de Nuestra Señora. Los grupos escultóricos de las Angustias se representan con la imagen de la Virgen con cristo en su regazo, mientras que los modelos de la imagen de la Soledad  están representados con la Virgen sin más atributos en sus manos que la corona de espina y los clavos o la imagen con la cruz vacía detrás. La posición erguida de la imagen es por regla general la representación más común, siendo la posición sedente más excepcional y propia de la escuela granadina, como es el caso de la imagen de la Soledad de la parroquia de  Nuestra Señora del Carmen de Montoro. 
Con los antecedentes históricos e iconográficos expuestos, brevemente, vamos a concluir de forma aproximada  con la iconografía y la importancia de la antigua imagen de Nuestra Señora de las Angustias en la procesión del Viernes Santo, también denominada en algunos documentos del siglo XVII como Nuestra Señora de los Dolores de San Sebastián.  
Su importancia a lo largo de la historia, como imagen central con Cristo muerto en su regazo en la procesión del Viernes Santo montoreño, no puede ponerse en duda, despertando una gran devoción tanto en los moradores del barrio de San Sebastián como en todos los montoreños; siendo impetrada su intercesión en numerosas ocasiones en petición de auxilio y rogativa en situaciones calamitosas por causa de la sequía o episodios de epidemias de peste. Devoción que perdura en nuestros días con la actual imagen de Nuestra Señora de las Angustias de 1941 de Pio Mollar Franch.
Desaparecida imagen de Ntra. Sra. de las Angustias de Montoro
Gracias a los documentos fotográficos que se conservan podemos obtener una aproximación a sus rasgos iconográficos. De las distintas fotográficas analizadas se nos presenta a la imagen de la Virgen en su camarín sola ante la cruz vacía, siendo solamente  representada como imagen del modelo iconográfico de las Angustias en su paso para la procesión del Viernes Santo después del acto del Descendimiento.

Esta imagen, llegada a Montoro posiblemente en los iniciales años del siglo XVII, representaba el momento doloroso en el que la Virgen queda sola y contemplativa en su  soledad por la muerte de Cristo. Su cara de finos rasgos y profunda belleza se conjugan con un gesto ausente de toda teatralidad, que nos manifiesta un interior contemplativo y sereno propio de la Madre de Dios. 
La imagen nacida probablemente de una importante gubia sevillana, presenta una posición sedente a los pies de la Cruz sin más atributos y a sus pies el símbolo apocalíptico de la media luna; siendo destinada, desde que llegó a Montoro, a la ermita de San Sebastián como Dolorosa en su modelo iconográfico de Nuestra Señora de la Soledad. 
Por tanto, podemos concluir que la antigua imagen de las Angustias fue la primera imagen montoreña, de la que se tenga constancia, que representa a la imagen de la Virgen dolorosa en el modelo iconográfico y advocador de Soledad de Nuestra Señora. 

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