LO MEJOR DE LA SEMANA

miércoles, 24 de abril de 2013

Los orígenes del Valle del Corcomé y la Romería de las Veleras de Montoro

Vista de la Sierra de Montoro, detalle de la edificación del Marqués de la Fuensanta. Fuente: Juan Córdoba
Juan Córdoba García

Hace más de treinta años escribí un artículo para una revista local llamada Oleastrum en el que afirmaba que los orígenes de esta congregación de personas en el Valle del Corcomé anualmente eran muy remotos, probablemente anteriores a la conversión al cristianismo de los habitantes de este término. Lugares con el nombre de La Fuensanta y con parecida leyenda sobre su origen de que a un pastor se le apareció la Virgen, o a un viandante o historias parecidas existen a decenas en todo el territorio nacional y en muchos lugares de Europa.

 Cerro de la Nava de Montoro, un asentamiento humano desde el neolítico
cuyos habitantes sacralizaron el cercano lugar de la 
Fuensanta del Valle.
Abajo edificios abandonados del antiguo oleoducto Málaga-Puertollano,
basura de la industria petrolera de la que Montoro no ha podido aún librarse.
Fuente: Juan Córdoba

Estas leyendas son solo una manera de explicarnos el origen de una concentración humana en un lugar y momento determinado del año. Estos lugares conocidos por algunos antropólogos y etnólogos como lugares mágicos de España suelen tener un origen como he dicho, anterior al cristianismo y fueron posteriormente asimilados por el cristianismo. Existen documentos en los que los padres de la iglesia, hasta bien entrado el siglo X denuncian que los habitantes de los pagi (pagos) o paganos se reunían a adorar a deidades antiguas en torno a fuentes en un día determinado del año. Normalmente los lugares con ubicación parecida al Valle del Corcomé y tierras aledañas con características geográficas similares fueron poblados indígenas, lo que hoy conocemos como yacimientos arqueológicos neolíticos o posteriores. Lo que en su día afirmé solo en teoría respecto al origen de esta congregación humana anual en torno al Valle del Corcomé lo corroboro hoy con pruebas materiales.
Hachas neolíticas del Cerro de la Nava,  Montoro, testimonio de una cultura agrícola muy desarrollada. Piezas
 fotografiadas y devueltas a su lugar de origen para su estudio por generaciones posteriores. Fuente: Juan Córdoba.


Los orígenes de esta fiesta que gira en torno al agua como fuente de vida no están en Montoro sino en los habitantes de ese promontorio que vemos tras la Ermita de la Virgen de la Fuensanta, que vigila el Valle de Corcomé y asoma como la proa de una inmensa nave, ese espolón que asoma es una prolongación hacia el este del Cerro de la Nava que fue un importante poblado y la zona que hoy ocupa la Nava propiamente dicha, que es la gran llanura que se extiende al norte del Cerro de la Nava. El Cerro de la Nava es un monte cuya cima es una meseta más o menos plana, un lugar estratégico desde el que se vigila buena parte del valle del Guadalquivir, un lugar muy propicio para el hábitat humano, con abundantes fuentes y arroyos cercanos, de hecho fue un poblado neolítico de bastante consideración. 

 Fragmentos de hachas y otros utensilios neolíticos que dan
 testimonio de 
una cultura agraria bien desarrollada cercana a la Fuensanta,
encontrados en la Nava, Montoro. Materiales fotografiados y devueltos
a su 
lugar de origen. Fuente: Juan Córdoba

La Nava es un lugar poblado por el hombre desde al menos el paleolítico superior aunque los restos de utillaje en silex, cuarcitas fabricados por el hombre más abundantes son de época neolítica y eneolítica, en esta época se desarrolló en esa zona una cultura agrícola y ganadera considerable, ésta última, la cultura eneolítica o calcolítica pudo prolongarse incluso hasta la llegada de los romanos. Hasta la llegada de los romanos, hace menos de dos mil años existían en esas tierras aledañas al Valle del Corcomé poblados indígenas con una cultura desconocida para nosotros, de esas culturas existentes nos quedan útiles en silex, cuarzo, cuarcitas, hachas de piedra pulimentada, navículas, otros elementos de molienda y pocos restos cerámicos.
Punta de flecha realizada en cuarzo encontrada
en lasinmediaciones de la Ermita de la
Fuensantade Montoro. Material fotografiado y
devuelto a sulugar de origen. Fuente: Juan Córdoba

Durante el neolítico y posteriormente hasta la llegada de los romanos la zona estuvo muy poblada la zona de la Nava Es del todo probable que aquellos habitantes fueran los primeros en reunirse en el Valle del Corcomé, de hecho en las inmediaciones del santuario hemos encontrado pequeñas hachas y fragmentos de hachas de carácter votivos y una punta de flecha de cristal de roca que no suelen medir más de cinco centímetros, objetos sin duda de carácter mágico-religioso que usaban los antiguos habitantes del lugar como collares o como ofrendas en ese lugar consagrado a alguna deidad desconocida para nosotros.

Destacan las pequeñas hachas en cuarzo lechoso y la punta de cristal de roca y son de época muy reciente, pertenecientes todos al periodo eneolítico o calcolítico muy tardío, no más de dos mil años. Esos objetos que fueron en su día fotografiados y devueltos a su lugar de origen y que son los que figuran en las fotos que muestro.

Aunque la primera constatación en documentos escritos de la existencia de la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta es de principios del siglo XVI no quiere decir que antes de esa fecha no hubiera en el lugar otra construcción más antigua ni que no existiera la costumbre de reunirse la población en el lugar un día determinado del año para invocar la llegada de una lluvia pronta y abundante .
Quedan por estudiar las marcas de cantero y signos lapidarios que con seguridad existen en los sillares de piedra molinaza reutilizados en las diversas restauraciones y reconstrucciones de la ermita y aledaños y que forman parte de su acabado exterior actualmente.
-Historia de la Romería de las Veleras
Según la leyenda tradicional la devoción a la Virgen de la Fuensanta en Montoro se sitúa en el siglo XV con la aparición de la Virgen de la Fuensanta a un vaquero de Marmolejo y se festejaba desde entonces el día ocho de septiembre, fecha en que la Iglesia celebra la Natividad de la Virgen María.. El contenido de esta leyenda está en diversas publicaciones, entre ellas Leopoldo Martínez y Reguera, Manuel Criado Hoyo, Ramírez y Las Casas Deza que en los dos siglos anteriores ofrecen en sus obras versiones de todos los gustos de este suceso y fue a partir este suceso la razón por la que se construyó la ermita actual. No existe documentación escrita al respecto.
Virgen de la Fuensanta en el patio de la Ermita. Anterior a 1931.
Fuente: Archivo Hnos. Aguilar Pérez
Es a partir del siglo XVI cuando aparecen las primeras noticias escritas, está constatado que durante esa centuria acuden multitud de personas a beneficiarse del poder curativo de las aguas del venero del sanutario. Existe una escritura de arrendamiento de la huerta propiedad del santuario otorgada en septiembre de 1588. A partir de esa fecha se conserva una bastante completa documentación escrita, recopilada por don Juan Aranda Doncel en su libro “La devoción a la Virgen de la Fuensanta en Montoro durante los siglos XVI al XX “ Editada en Córdoba y patrocinada por el Excelentísimo. Ayuntamiento de Montoro, Cofradía de la Fuensanta con la colaboración de muchos montoreños amantes de las tradiciones de esta localidad.
No trato ni reescribo ni plagio en este artículo, ni en ninguno de los que escribo el contenido de lo que en otras publicaciones ya se ha escrito, restaría originalidad a mis documentos, remito al lector a la lectura del libro de Aranda Doncel.
Burros de camino a la Fuensanta pasando por el puente de Montoro.
1953 Fuente: Archivo Juan Córdoba. Fototeca Pasión por Montoro

El interesado en la historia de la devoción a la Virgen de la Fuensanta en Montoro encontrará en el libro de don Juan Aranda Doncel toda la información escrita existente en muy diversos archivos, todas las fuentes documentales y bibliografía que han aparecido hasta la fecha de su publicación en 1997 están recopiladas en ese libro: la historia de la Cofradía, las vicisitudes para subsistir desde el siglo XVI hasta nuestros días, los altibajos que ha sufrido dicha institución a través de los siglos, que incluso ha llegado a desaparecer en alguna ocasión, aunque no da información sobre si en épocas de inexistencia de la Cofradía la romería siguiera realizándose anualmente, con seguridad que sí pues se trata de una manifestación espontánea de la devoción popular; información documental sobre su reorganización posterior; información sobre las restauraciones y reconstrucciones del santuario; información sobre la propiedad y contenido del contrato de arrendamientos de la explotación del agua del manantial y huerta aneja al santuario fechados e 1588 y 1683, curiosidades como el contenido de la escritura de obligación de suministro de una vaca para la comida de la hermandad en 1575 y 1589, inventario del santuario de 1788, contabilidad de la Cofradía de diversos años, donaciones de fieles por la realización de peticiones milagrosas a la Virgen, elección de priostes, lo que hoy conocemos por Hermano Mayor pero en tiempos antiguos; relación nombres de hermanos de la Cofradía de diversas épocas; relación de nombres y fechas de designación de Hermanos Mayores de la Cofradía, un valioso documental fotográfico en blanco y negro e innumerable cantidad de información que el interesado en esta clase de información puede consultar y estudiar.
Virgen de la Fuensanta de Montoro a inicios del pasado siglo.
Fuente: Archivo Hnos. Aguilar Pérez. Fototeca Pasión por Montoro

Una objeción me parece importante destacar en el referido libro y es el hecho de que no hay una sola palabra escrita en él sobre qué es, en qué consiste, qué elementos conforman la Romería de las Veleras o de la Fuensanta del Valle del Corcomé, qué elemento perduran y qué se ha perdido, el libro trata solo la información documental pero olvida lo esencial La Romería de las Veleras, error en que suelen incurrir quienes basan su saber solo en la erudición y olvidan el hecho material de lo que tratan. Queda claro en este punto cual es la finalidad de este artículo que escribo: qué es la romería de las Veleras, en qué consiste, qué elementos la conforman, cuales se han perdido, cuales han sustituido a los desaparecidos, el Valle del Corcomé en la actualidad, el panorama de su futuro más o menos inmediato, etcétera.

-Panorama actual de la Romería de las Veleras y del Valle del Corcomé

Según deduzco de la documentación existente en el libro anteriormente citado de Aranda Doncel, el santuario y huertas aledañas eran propiedad de la Iglesia, probablemente fueron objeto de las desamortizaciones civiles y eclesiásticas del siglo XIX, pues el citado Aranda escribe en la página 191 de su libro que la ermita no está escriturada a fecha de 1997 a nombre de la Cofradía, ignoro si esta falta de titularidad se ha subsanado a día de hoy, más vale que así sea.
 Huerta de Abajo  de la Fuensanta del Valle desde la torre de telegrafía óptica del Cerro de la Nava, abajo las ruinas
del palacio del Marqués de la Fuensanta del Valle. Fuente: Juan Córdoba

El Valle del Corcomé no ha sido ajeno a la especulación urbanística incontrolada que ha invadido en las últimas décadas todo el territorio nacional. El Valle del Corcomé era hasta no hace muchos años un amplio espacio expedito con contadas construcciones, solo hay que observar algunas fotos de cincuenta años atrás para certificar mi afirmación. Especialmente en las últimas décadas, particulares han ocupado, vallado y construido edificios modernos que pululan por doquier, han instalado vallas en terrenos del valle invadiendo incluso zonas de dominio público hidráulico, restando mucho espacio a los romeros concurrentes a la Romería de las Veleras, instaurando una especie de acérrimo nuevo feudalismo poniendo puertas al campo, y casi con seguridad no han adquiridos tan siquiera el dominio sobre los terrenos que han ocupado y vallado.
Valle del Corcomé, a la derecha la cabecera de la Ermita, abajo
los estragos de la intervención de maquinaria pesada
en el lecho del Arroyo de Corcomé. Fuente: Juan Córdoba

La intervención de maquinaria pesada con masivos movimientos de tierras es ostensible para cualquier observador del espacio. Concretamente a día 11 de abril del presente año de 2013 observé una máquina excavadora arrancando de raíz álamos y vegetación de ribera en el mismo lecho del Arroyo de Corcomé, al este de la ermita, terreno perteneciente al dominio público hidráulico; comprobé posteriormente que el autor de la barbarie era un particular que no tuvo el menor pudor en dejar la máquina mismamente delante de la propia Ermita, tuve la osadía de volver con mi cámara y captar las fotos de la pesada máquina excavadora delante del Santuario, aunque no lo pude fotografiar en flagrante delito; la máquina excavadora estaba trabajando entre la arboleda y no pude capturar imágenes de esta, solo observar el destrozo, pero los efectos de la intervención de la excavadora se pueden comprobar visitando el lugar.
Nueva techumbre de la Ermita. Fuente: Juan Córdoba

En cuanto al interior del recinto hay que destacar la decisión en 1986 de sustituir el pavimento de moliaza del patio por otro pavimento de común, vulgar y feo acerado urbano que es el existente actualmente en el patio de entrada al Santuario.
Pegada a la izquierda de la fachada de la ermita existe actualmente una composición de azulejos fabricada con pigmentos de aspecto acrílico usados en cerámica industrial que afea la bella fachada neoclásica fechada en la parte inferior de la imposta derecha de la puerta de entrada en 1803. Cerámicas Montalbán y Santa Ana en Sevilla fabrican azulejos pintados a mano con pigmentos y motivos elegidos por el cliente de la misma forma y con las mismas técnicas y colores que hace siglos, indistinguibles de los que se fabricaron hace varias centurias.
Aljibe o cisterna y venero de de la Ermita de la Fuensanta  desecados.
El agua del venero que da nombre a la Virgen, al lugar, a la Ermita ( de la Fuente Santa) que salía al exterior bajo la cabecera o ábside de ésta, llenaba la cisterna o estanque existente al lado y bajaba hasta la huerta para su riego, ha sido desviada al parecer de su cauce, los caños y cisterna o estanque permanecen secos, en el lugar se ha instalado una caseta adosada a la pared y una arquetilla en el suelo que albergarán probablemente mecanismos de llaves de paso. De esta forma se elimina radicalmente el sentido primitivo de la romería y del lugar de la Fuente Santa porque el visitante no encontrará la fuente. El agua que discurrió ininterrumpida y libremente durante milenios hoy ha sido desecada por la milagrosa manipulación humana; ya nadie podrá sanarse con el agua cuyas propiedades milagrosas nuestros antepasados desde hace siglos o incluso milenios siempre le atribuyeron.
Hasta los años sesenta del pasado siglo los romeros usaban para desplazarse principalmente burros y mulos y excepcionalmente alguna que otra yegua.
Burro bien engalanado. Fuente: Bartolo Castillo
A día de hoy apenas se usan estos animales y han sido sustituidos por llamativos caballos ricamente enjaezados y jinetes en muchos casos acicalados y vestidos a la manera como lo hacen en otras romerías consideradas de más enjundia y categoría por el prurito muchas personas , pertenecientes a la clase popular, de querer imitar los modos y formas de las clases que consideran superiores. No obstante aún queda algún que otro romero que lleva su burro o mulo aparejado y enjaezado a la manera tradicional, dando el toque más acertado, gracioso y tradicional al Cortejo. Así mismo, en este afán de imitación de elementos foráneos la misa tradicional en la ermita se ha convertido en ocasiones en misa rociera. 
El comportamiento reprobable de contados individuos cuando se desinhiben bajo los efectos del alcohol contribuye a que a personas pacíficas, creyentes, amantes de nuestra tradición limiten su estancia en la Fuensanta solo a la Misa y la Procesión. 
El temor a un control de alcoholemia disuade a muchos conductores actualmente igualmente a permanecer en la Fuensanta todo el tiempo que dura la Romería.
Debido a múltiples factores se ha extendido en los últimos años la práctica entre muchas personas y grupos de asistir solo a la Santa Misa, a la Procesión y pasar el resto del día en sus casas de campo de tal manera que al finalizar la Procesión es muy numerosa la cantidad de personas que abandona el recinto.
Vista de las antiguas cubiertas de la Ermita de la Fuensanta
La decisión en 2012 de desviar el tráfico de coches particulares a la llegada al puente de Rocines hacia el camino Puertas Nuevas-La Fuensanta sin tener en cuenta que los romeros, vayan a pie, a caballo o en coche forman parte del Cortejo romero en todo momento, del cual en su derecho legítimo no quieren separarse, fue un total desacierto y suscitó protestas airadas hasta que una persona quitó la valla con buen criterio pues la afluencia de personas a la Romería no es precisamente masiva en los últimos años.
La desaparición en los últimos años de muchas de las tradiciones de la Romería de las Veleras anteriormente citadas y en este apartado recordadas como son la jamuga, la trompeta de caracola, los pitos de barro, la sustitución de las canciones tradicionales montoreñas para la ocasión en loor de la Virgen de la Fuensanta por sevillanas y otros cantes ajenos a la rica cultura montoreña, unido a todo lo expuesto en este artículo que ha desaparecido o está en desuso, así como el descenso considerable en número de asistentes que acuden a la romería, en buena parte por la falta de espacio, ocupado por vallas y construcciones horrendas, el número de romeros ha descendido considerablemente. Todos estos factores obligan a afirmar que la Romería de las Veleras o de Nuestra Señora de la Fuensanta del Valle, como un rico exponente de nuestra tradición y cultura populares montoreñas se encuentra actualmente en franco declive. Recuperemos nuestras tradiciones auténticas y enriquezcamos así nuestra cultura.

4 comentarios :

  1. Manolo Ruiz Hortelano25 de abril de 2013, 0:20

    Otra cosa más que he aprendido en vuestra página. Ni me imaginaba que este entorno tuviese una historia tan antigua. Me ha sorprendido la cantidad de materiales que se han encontrado en la zona. Muchas gracias por acercarnos la historia de Montoro

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  2. Una pequeña apostilla que quisiera documental graficamente. A las Veleras se iba con la mejor cabalgadura que pudiera tener, propia o prestada. De ahí la "chifla" que, antiguamente, se hacía en los "peñascos" de la fundición de Ruiz. Aquello de "EA QUE CABALLO, EA QUE JAMELGO, CON LA PATA BLANCA Y EL RABO NEGRO": costumbre perdida en aras de la modernidad.
    Las fotos que subo pertenecen a los años 30 del pasado siglo.

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  3. Le digo lo mismo que en el otro mensaje, muchas gracias por la documentación aportada. Me gustaría que se pusiera en contacto conmigo, con la mayor brevedad posible, mediante el correo pasionpormontoro@hotmail.es


    También me gustaría que se identificara. Un SALUDO

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  4. Arquitecto Montoreña30 de diciembre de 2013, 12:18

    La extincion de las Aguas Santas es debida no a la manipulación y desvío de los caudales, sino a los más de 60 pozos de sondeo incontrolados en la meseta de la nava, uno de los cuales emana más de 1.000.000 de litros al día verificado y comprobado por caudalímetros y que por su riqueza se mantiene ilegal, y que usan sus propietarios para el regadío de su cultivo intensivo de olivar.
    Apuntar simplemente que una de las fincas de más intensivo cultivo del olivar en la variedad de Arbequino tiene en su poder más de 27 pozos de sondeo de los que improbablemente el 100% de ellos sean legales.

    Otro apunte:
    -Análisis de propiedades de algunos caudales de aguas de la Nava han arrojado una composición mineralógica digna de aguas puras y enriquecidas con propiedades y características como son las del Agua de la Paz en el manantial de Marmolejo.

    En definitiva, decir que confederación, junto con el Ayuntamiento y otras entidades deberían mediar en el asunto, el problema es conocer los delitos y no erradicarlos porque la corrupción está incluso en los lugares donde debería existir solo la pulcridad.

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