Antonio Cañero junto a miembros del Coro de Padre Jesús. 1931. Fuente: Archivo José León Solís. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO |
José León Solís
Dice la canción que la distancia es el olvido. Más bien podemos afirmar que la ignorancia es la causa del olvido. Olvido que confina a la historia en el oscurantismo. La distancia, que el tiempo marca, no puede eclipsar la historia transparente cuando es recordada. Pues hablemos de historia y de personajes que han quedado salvos en el tiempo.
En numerosas ocasiones, nos hemos preguntado por el origen de la relación de Antonio Cañero Baena con Montoro y con la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Es ésta, una incógnita que vamos a despejar seguidamente;
Antonio Cañero profesó una gran amistad con José Olivares del Burgo -Conde de Casillas de Velasco- del que sobra decirlo, porque su canción lo delata, era un gran aficionado a los caballos: "Por allí viene mi Conde de Casillas de Velasco montado en su jaca torda que viene a cruzar el barco". Antonio Cañero visitaba asiduamente al Conde, con el que tenia buena amistad y fue su médico personal mi abuelo paterno José León García; tanta que apadrinó a su hija Fernanda León Cañete, mi tía. De la amistad del Conde con Cañero, surgió su amistad con mi abuelo, que en aquellos años era Presidente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno1. Sus raíces con Montoro, su Semana Santa y la Cofradía de Padre Jesús brotaron de la amistad.
Rejoneador Antonio Cañero junto al Presidente de la Sociedad de Jesús Nazareno, José León García, y Manuel León Cañete. |
Antonio Cañero Baena nació en Córdoba el 1 de enero de 1885; fue militar de carrera y profesor de equitación, llegando a alcanzar el grado de Teniente Coronel de Caballería. Su profesión, su amor por el mundo ecuestre y su gran afición al mundo de los toros le convirtió en el afamado rejoneador de los años veinte del pasado siglo.
En España, después de casi doscientos años de no torearse a caballo, irrumpe Cañero, en la década de los años veinte del pasado siglo, en el mundo de la tauromaquia con una concepción original del rejoneo que le granjeó el título de "padre del rejoneo moderno". Debutó el 14 de octubre de 1921 llenando los cosos taurinos de España y América hasta su retirada en 1.935. El toreo ecuestre en América lo estrenó en la inauguración de la Plaza de Toros de Maracay (Venezuela). Concibió y llevó a la práctica la lidia a caballo con los mismos cánones que el toreo a pie. Con esta nueva concepción del toreo ecuestre, casi temerario podríamos calificarlo, enalteció al público con sus faenas. Recibía el toro a porta gaiola, alanceaba a los toros en puntas, echaba en numerosas ocasiones pies a tierra para muletear y dar muerte con el estoque o con el descabello y las famosas cabriolas de su jaca capona, colina y castaña Bordeaux -Bordó - que presentó por primera vez en la localidad francesa de Burdeos; de donde deriva el nombre de esta hermosa jaca que tantos triunfos le proporcionó.
No es fácil encontrar famosos personajes intrincados con nuestras cofradías y, aunque no ha pasado desapercibido, es de justicia que resaltemos el honor de contar en nuestra historia con Don Antonio Cañero Baena. Como es un gran honor que a su muerte fue amortajado, por su expreso deseo, con la túnica de Padre Jesús Nazareno de Montoro. Como dejamos constancia José Ortiz García y José León Solís en la Exaltación que pronunciamos el día veintisiete de noviembre de 2004 de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con motivo de los actos de clausura del cuatrocientos aniversario de la llegada a Montoro de la Imagen del Nazareno de Alonso Garrido, destruido en 1936.
"El día veintiuno de febrero de 1952 en la Córdoba ausente de Manolete corre la fatal noticia: Ha muerto Don Antonio Cañero. Montoro se cubre de luto por el inventor del arte campero del Rejoneo que de mortaja viste la túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno; es testigo presencial Manolín León de la última imposición de túnica de este insigne caballero, que puso a disposición de la Cofradía su depurado arte de lidiador a caballo en espectáculos taurinos remediando la economía de la Real Cofradía, por la que siempre mostró fervorosa devoción y gran afecto".
El rejoneador Antonio Cañero en la Plaza de Toros de Montoro. Años veinte. Fuente: Archivo Fermin Emilio Blanco Agudín. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO |
En cuantas ocasiones se solicitó a Cañero su colaboración con Montoro y nuestras cofradías lo hizo, de forma desinteresada, con la mejor contribución: su arte de alancear toros y su amable presencia entre los montoreños. Y no es cuestión de orgullo sino de brillantez que Montoro cuente en los anales de su historia con este insigne caballero.
Colaboró Cañero con la Cofradía de la Santa Vera-Crux, la más antigua penitencial de Montoro, cuyas primeras reglas fueron aprobadas el 16 de mayo de 1554. Después del letargo de los iniciales años de la pasada centuria, la cofradía comienza su nueva andadura en 1923. La Iglesia de Santiago, sede de la Cofradía que tantas penurias ha sufrido a lo largo de su historia, necesitaba de obras de restauración. Para sufragar las obras se solicitó a Cañero su participación junto con los novilleros Zurito y Fernández Prieto en un festival taurino; festival que tuvo lugar en nuestra plaza de toros el día 12 de octubre de 1923. De su intervención en este benéfico festival quedó constancia documentada en e] libro de actas de la entonces Sociedad de la Vera Cruz.
"[...] por el señor secretario se dio cuenta de que debido a la gestión del vice-presidente Don Roque Madueño, auxiliado por el doctor D. José León y secundado por los demás individuos de la junta, se consiguió que el valiente rejoneador de toros Don Antonio Cañero, acompañado de los novilleros Don Manuel de la Haba (Zurito) y el señor Fernández Prieto, prestaron su concurso desinteresado en una novillada que se dio en esta plaza de toros en la última feria de la ciudad, en la cual se obtuvo como beneficio líquido para nuestra Sociedad la cantidad de mil seiscientas ochenta pesetas cincuenta céntimos"2.
Fue Cañero un gran colaborador con la Cofradía de Padre Jesús. Y en muestra de gratitud por su dadivez y bondad, dejó la cofradía constancia en el acta de diecinueve de junio de 1924 que dice así;
"... Y para el gran Caballero noble y generoso Don Antonio Cañero que para con nosotros tuvo rasgos de dadivez y de bondad en cuantas veces requerirnos su prestación personal en el arriesgado arte de rejoneador pata adquirir fondos con que engrandecer y dar ornamentación a nuestras Imágenes, no podemos por menos de dejar sentado, en este libro (que perpetuará nuestro agradecimiento y su nombre) al afecto y respeto que por él sentimos todos... "3.
Rejoneador Antonio Cañero Baena |
En la Asamblea anual de la Cofradía de Padre Jesús celebrada el día once de junio de 1925, día del Corpus Chrístis, le fue concedido el titulo de Hermano Mayor Honorario como consta en el acta de aquel día:
"....Indicose también la conveniencia inspítada en sentimiento de gratitud el que Don Antonio Cañero fuese nombrado Hermano Mayor Honorario, petición que fue unánimemente aprobada..."4.
Cañero fue invitado a la procesión de Padre Jesús en la madrugada de la Semana Santa de 1926 para ocupar su puesto de Hermano Mayor Honorario. Pero no pudo asistir por estar convaleciente del grave percance que sufrió en la Plaza de Toros de Bilbao. Temporada ésta en la que sólo pudo actuar en catorce ocasiones. En su justificada ausencia le representó en la procesión el Presidente de la Cofradía como lo prueba el acta del día tres de junio de 1926:
"... A esta procesión fue invitado para ocupar su puesto de Hetmano Mayor Honorario, el famoso rejoneador Don Antonio Cañero Baena que representaría su cargo ante la imagen de Jesús, y como vocales de Acompañamiento, el Presidente de la Directiva y el vocal Don Manuel Cano del Rosal, pero no habiendo podido concurrir el Señor Cañero a nuestra invitación por motivos justificadísimos ocupó su lugar el Señor León, llevando como Vocales a Manuel Cano y al Seise Don Antonio Ruiz Romero..."'.
Llego la madrugada del Viernes Santo de 1927. Cuando el reloj de la torre estaba próximo a marcar la hora de la salida de Padre Jesús, en la Iglesia de San Juan de Letrán compareció Cañero vestido con su túnica, cordones abiertos en el pecho y cetro de la cofradía, acompañado del Presidente, para ocupar su cargo de Hermano Mayor Honorario. Como la ocasión lo merecía, Cañero y el Presidente de la cofradía José León, se habían confeccionado en la zapatería de Mohedo, para calzarlas con la túnica, unas botas de media caña, forradas de tercio pelo morado y bordadas en oro. Botas de mi abuelo, que se conservan en mi casa deterioradas por el uso y el tiempo, que mi padre calzó en numerosas ocasiones, como también lo hizo Miguel Cantarero García en la Semana Santa de los años 1976 a 1979; sirviéndole el bordado de modelo para sus nuevas botas de romano que estrenó en la Semana Santa de 1981.
Ntro Padre Jesús Nazareno camino de la Parroquia de San Bartolomé para recibir las insignias de la realeza española. Fuente: recorte de prensa. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO |
Es de todos conocido que el 2 de diciembre de 1927 se concedió por el Rey Alfonso XIII el Título de Real a la Cofradía de Padre Jesús. En aquella lejana madrugada de 1927 germinó la idea de solicitar la Real distinción, intercediendo con la Casa Real el Conde de Casillas de Velasco por medio del estamento político y Cañero por el militar, lo que aceleró los trámites.
Cuando se reorganizó la Cofradía en el año 1939, después de la guerra civil, incivil guerra calificada por Don Miguel de Unamuno, la nueva Junta Directiva acordó nombrar a Cañero Presidente Honorario de la Cofradía, como consta en el acta de catorce de septiembre de 1939:
"... A continuación y a propuesta de Casimiro Sánchez Coca, se acuerda que figure como Presidenre Honorario Don Antonio Cañero Baena, ya que en todo momento prestó su valioso apoyo a ésta Cofradía,... La proposición del Sr. Sánchez Coca, es aceptada por todos con verdadero entusiasmo..." 6.
Pero volvamos a los años veinte del pasado siglo, años de escasez, que también padecieron las cofradías montoreñas. Para remediar la situación, con el objeto de recaudar fondos con los que adquirir una nueva imagen de San Juan y unas nuevas andas para las Imágenes de San Juan, La Verónica y la Magdalena, se organizó el día 4 de octubre de 1925 un festival taurino. A las cinco en punto de la tarde en nuestra, más que centenaria, Plaza de Toros tuvo lugar el festival actuando dos renombrados rejoneadores: Ruy da Cámara y Cañero; año este en el que Cañero tuvo la temporada más triunfal de su catrera. En la mañana de aquél día llegaron los dos rejoneadores a Montoro, acompañados de un dibujante, hospedándose en la casa del Presidente de la Cofradía José León García sita en la Plaza de Jesús Nazareno n° 5; de donde partieron a las cuatro y media de la tarde, montados en un coche de caballos luciendo sus trajes de faena: uno de campero y el otro a la usanza portuguesa, seguidos de la chiquillería y numerosos curiosos a la Plaza de Toros.
Ángel Baena montando a una de las yeguas de la cuadra de Cañero durante la Romería de las Veleras. Años 20. Fuente: Archivo Baena Cáceres. FOTOTECA PASIÓN POR MONTORO |
Aquella visita y su importancia he creído conveniente resaltarla como sigue: En 1963 mi padre, Manuel León Cañete7, después de leer el libro de Conchita Cintrón "Recuerdos"; remitió una carta a esta valiente rejoneadora contándole aquella visita de Cañero y Ruy da Cámara a Montoro junto con el acta de la cofradía de cuatro de octubre de 1295 que recoge el hecho. Carta que se contiene en un artículo que publicó Conchita Cintrón en el periódico El Comercio de Lima; artículo que la rejoneadora remitió a mi padre y que un día de 1998 buscando en sus desordenados papeles encontré y conservo. He creído, para ser fiel a la historia, reproducir a continuación el artículo que sobre este hecho escribió mi padre en la Revista de Feria del año 1963, bajo el titulo "Una Carta y un Recuerdo".
"Con fecha 25 de marzo del corriente año, recibí una carta de la señorita Conchita Cintrón de Cascello Branco8, unida a este artículo publicado por la gentil rejoneadora en El Comercio, de Lima. Como los elogios que hace para nuestro querido pueblo son tan grandes, creo un deber darlo a conocer a todos los montoreños, que estoy seguro le agradecerán el recuerdo para con nosotros. El artículo de Conchita Cintrón dice así:
El rejoneador Antonio Cañero. Fuente: Archivo José León Solís |
Muy señora mía: He leído con sumo agrado su recién publicado libro Recuerdos, y créame que he pasado uno de los ratos más agradables de mi vida al ver reflejado en él el nombre de don Ruy da Cámara, tan ligado a este pueblo, y que los que le conocieron, allá por el año 1925, conservan un grato recuerdo.
Fue el 4 de octubre de 1925. Estuvo hospedado en casa de mis padres, y yo entonces era un niño de tres años, pero siempre a través de mi vida oí hablar de él como un gran caballero.
Colaboró en un festival benéfico con el rejoneador cordobés don Antonio Cañero, y en el libro de actas de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que hace estación en la madrugada de Viernes Santo, se lee lo siguiente:
"En el año de 1925, de la Gracia de Dios Nuestro Señor, ha venido un noble hidalgo portugués de la casa de los Condes de la Ribeira Grande, don Ruy Da Cámara, de nombre, en unión del ya renombrado Hermano Mayor Honorario don Antonio Cañero, los que con su arte de alancear toros contribuyeron para el brillo del culto de esta venerada Imagen de Nuestro Padre Jesús de Montoro. En el día de hoy, 4 de Octubre de 1925." A continuación están las firmas de don Antonio Cañero don Ruy da Cámara.
He querido escribirle esta carta, pues es la única manera de recordar a quien hizo por una Cofradía tan ligada a Montoro tanto bien, pues gracias a esta corrida los pasos lucen magníficos tronos de plata, que a pesar de la guerra civil que nos asoló se han conservado. Manuel León Cañete.
Dicen algunos que los tiempos actuales son mejores. Es posible. Pero ¿adonde, hoy día, se escriben actas con tal señorío? ¿Adonde, en nuestros tiempos, se lidian toros como los que alanceaban los rejoneadores mencionados? Ellos no presumieron de aportar innovaciones al toreo; sabían que lo bueno siempre existió y que no era necesario falsear -con primores- la Verdad. Ruy da Cámara y Antonio Cañero tenían personalidades muy distintas; uno era el antiguo hidalgo lusitano, elegante, fino, arrojado; el gran señor que dio origen a la Fiesta. El otro traía consigo toda la pureza del campo. Era digno descendiente de hombres destemidos que con una lanza y un caballo forjaron una patria. Ambos se lanzaron al ruedo por afición, como otrora lo hicieron nobles caballeros. Rejonearon toros. Así, a secas; rejonearon toros.
Y cuando no pudieron hacerlo más... ambos se retiraron.
El rejoneador Antonio Cañero en la Plaza de Toros de Montoro. Fuente: Archivo Fco. Garcia Roa. |
Hoy, frente a la carta recibida, surgen en mi mente, entre recuerdos melancólicos, los versos de Jorge Manrique...
¿Qué se hizo el Rey Don Juan?
Los Infantes de Aragón,
¿Qué se hicieron?
Qué fue de tanto galán,
Qué fue de tanta invención corno truxeron?
Las juntas y los torneos,
paramentos, bordaduras
e cimeras,
¿Fueron sino devaneos?
¿Qué fueron sino verduras de las eras?"
Hermosos elogios de Conchita Cintrón al acta y a los insignes caballeros rejoneadores, que nos visitaron para ayudar a la Cofradía en aquel ya lejano año de 1925, corno quedó constancia perpetua en el Libro de Actas con magnifica caligrafía de su entonces Secretario Miguel García Cano. Pero aquí no queda la cosa ni la importancia de aquella visita y de aquel día. En aquellos tiempos era muy habitual que las improntas de las faenas quedaran reflejadas en dibujos. Cañero tenían gran amistad con el dibujante e ilustrador catalán afincado en Madrid Ricardo Marín Llovet (1874-1942).
Este dibujante, enmarcado en la corriente postmoderna, abarcó en su vida artística desde la acuarela, ex - libris, ilustraciones de obras literarias corno la novela de Eugeni D'Ors la muerte de Isidro Nonell (1905) o ilustraciones de la edición del centenario, del Quijote.
Pintura del Nazareno de Montoro realizada por Ricardo Marín. |
También fue dibujante e ilustrador en revistas y publicaciones de su Barcelona natal El Gato Negro, Hispania y en las madrileñas Blanco y Negro, La Esfera, Madrid Cómico, La Ilustración Hispanoamericana, La Novela de Hoy. Participó en 1908 en la Exposición General de Bellas Artes, en la Nacional de 1912, en el VIII salón de Humoristas de 1921. En 1912 fundó El Gran Bufón siendo su director, fue el dibujante de las etiquetas del Coñac Carlos III9. En su ingente actividad artística realizó numerosos dibujos taurinos, en los que recogía estampas taurinas, como las de faenas de Antonio Cañero que ilustran el Tratado de Toros de José Ma de Cossío.
Pues bien, en aquel día también nos visitó este famoso dibujante, acudiendo al festival que se celebró en nuestra Plaza de Toros. En su visita el dibujante catalán nos dejó su testimonio gráfico en el Libro de Actas de la Cofradía de Padre Jesús con un dibujo para su historia, dibujo que venimos a reproducir y que pudo salvarse, junto con el Libro de Actas, en los desgraciados sucesos de 1936.
A Montoro le cabe el alto honor de tener en su historia, entre otros destacados personajes, a dos grandes caballeros del rejoneo: Don Antonio Cañero Baena, que fue Hermano Mayor y Presidente Honorario de la Cofradía de Padre Jesús Nazareno y Don Ruy Da Cámara; así como con el insigne dibujante Don Ricardo Marín Llovet, que tuvieron la dadivez y bondad de visitarnos, para el bien de la Cofradía, el día 4 de octubre de 1925.
NOTAS:
(1) Presidente de la cofradía desde el 15 de junio de 1922 en que tomó posesión hasta su muerte el 15 de octubre de 1936.
(2) Aranda Doncel, J. Historia de la Semana Santa de Montoro. Siglos XV1-XX. pp 216,218. Libro de actas de la Sociedad de la Vera Cruz. 1887-1935. Sesión 2-XII-1923.
(3) Libro de acras de la Sociedad de Padre Jesús Nazareno. Sesión 19-VI-1924.
(4) Libro de actas de la Sociedad de Padre Jesús Nazareno. Sesión ll-VI-1925.
(5) Libro de acras de la Sociedad de Padre Jesús Nazareno. Sesión 3-VI-1926.
(6) Libro de actas de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús. Sesión 14-IX-1939.
(7) Presidente de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde 1964 hasta 1977-
(8) Libro de actas de la Sociedad de Padre Jesús Nazareno. Sesión 4-X-1925.
(9) Summa Artis. " Historia general del arte" Tomo XXXII. pp 505-507.
La intensa labor de difusión y puesta en valor de la Historia y Patrimonio de Montoro se te premiará en su día Pedro. Creo que tu página se ha convertido en un referente para todos los amantes de la historia de Montoro. Da gusto conocer tantos aspectos de nuestra historia común, y sobre todo una temática tan variada, desde biografías de montoreños, patrimonio industrial, monumentos, personajes, curiosidades. Espero que sigas esta incansable tarea, se me olvidaba, las fotografías antiguas me encantan y sobre todo me gusta la forma de difundirlas, siempre indicando su procedencia. Eso es muy importante, la gente que hemos conservado fotografías de nuestros padres durante tantos años nos gusta que también se reconozca este esfuerzo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias por tus palabras Juan, el aprecio es mutuo y te agradezco también tu labor callada al cederme numerosas fotografías antiguas de nuestro pueblo. Continuaremos como hasta ahora difundiendo nuestro patrimonio e historia, acercándolo a todos los estratos sociales.
ResponderEliminarUn saludo.
Pepe, eres un gran amante de la tauromaquia y la historia de Montoro, todo esto se queda reflejado en este magnífico artículo que pone de manifiesto los grandes lazos que unían a este genio del rejoneo con el pueblo de Montoro. Como siempre, magnífica la presentación de los artículos, con fotografías de gran calidad.
ResponderEliminarOs dejo una buena fotografía de Cañero rejoneando.
Un abrazo
Tal vez falte. en tan ilustrado articulo, la siguiente foto manuscrita del rejoneador.
ResponderEliminarFelicidades por tan buen reportaje de un apasionado montoreño ausente
Para mayor abundamiento documental, les remito al ejemplar de MUNDO GRAFICO de 25-10-1925, depositado en la Biblioteca Nacional. En el puede encontrarse la reseña gráfica del festejo de 4-10-1025 narrado aquí, Curiosamente he observado ausencias notables comparandolo con el articulo que nos interesa. Tal vez se deban a lagunas narrativas propias de la historia contada por ausentes, lo cual es natural, y no por ello desvirtua el relato.
ResponderEliminarComo curiosidad anexa les propongo que lean los articulos de fondo que comentan la actualidad (de entonces) de la educacion en Cataluña y de la lidia de los toros. Son jugosos y, a la vez, de resonante actualidad -el primero-
No quiero despedirme sin pedir disculpas por mi intromisión, en aras de mayor riqueza documental que de merma en la brillantez del articulo referido.
Un afectuoso saludo preñado de animos para la fecunda labor de este blog